
Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) ha contratado a Boston Consulting Group (BCG) para que le ayude a elaborar un plan estratégico a cinco años con el objetivo de triplicar su facturación. Según explican fuentes de la compañía, con una cartera de pedidos que supera los 1.200 millones de euros, el objetivo consiste en facturar cerca de mil millones de euros en el próximo lustro.
De hecho, el crecimiento de la compañía está siendo vertiginoso. En 2019 facturaba 44 millones; en 2023, de acuerdo con las últimas cifras publicadas en el Registro Mercantil, alcanzó ya los 115 millones de euros, y el año pasado habría superado los 300 millones. En adelante, gracias al boom de la industria de la defensa a nivel mundial, la previsión apunta a llegar a los 400 millones de euros. Y es algo que lejos de frenarse, irá a más tras la exigencia del presidente de EEUU, Donald Trump, a sus aliados de llevar a cabo una mayor inversión.

Propietario además de un 14,3% de Indra, el grupo Escribano está decidido a crear un gigante español de la defensa, lo que le permitiría optar no sólo a los grandes contratos en España, como ya lo está haciendo, sino también en Europa, con un presupuesto que supera los 70.000 millones de euros.
La defensa crece
Impulsado por la guerra de Ucrania, el gasto militar de los estados miembros de la Unión Europea se elevó en 2023 a 279.000 millones de euros y las primeras estimaciones apuntan a que el año pasado se habría superado los 326.000 millones de euros. En esa línea, en diciembre de 2023 Escribano Mechanical & Engineering fue designada, en una licitación negociada sin publicidad, por la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento junto a la también española Expal, para suministrar el sistema de lanzacohetes de alta movilidad (Silam) por 697 millones de euros.
El pasado mes de diciembre de 2024, Defensa adjudicó asimismo a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Indra y Escribano un contrato por valor de 36,58 millones de euros para la adquisición de 14 sistemas contra Unmanned Aerial Systems (UAS). Este acuerdo, gestionado a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las Fuerzas Armadas en la protección frente a amenazas procedentes de drones en zonas de operaciones. Y también en diciembre, la Armada amplió el contrato de torres Sentinel 30 con Escribano para reforzar la protección de sus fragatas F-80 por otros 4,7 millones.
Inversión en Indra
Los Escribano han tenido que endeudarse y pignorar todas sus acciones en Indra con la banca, pero no han dudado en hacerlo, conscientes de las posibilidades de crecimiento -de la mano del Ejecutivo- de la empresa participada también por la Sepi. Gracias en gran medida a los contratos logrados en los últimos años con el ministerio de Defensa, Escribano, que nació como un pequeño taller en Coslada, ha pasado de facturar 44,2 millones de euros en 2019 a los 300 millones de euros con los que tiene previsto haber cerrado el último ejercicio.
La empresa ha tenido siempre carácter familiar, salvo entre 2015 y 2021 cuando la familia dio entrada al fondo soberano de Omán, representado por Abdulsalam Mohammed Al-Murshidi. Hasta hace tan solo tres semanas estaba dirigida hasta ahora por los hermanos Javier y Ángel Escribano pero tras el nombramiento el pasado mes de enero de éste último como presidente de Indra es Javier el que se ha quedado al frente de todo el negocio. Escribano recurrió a los bancos para obtener financiación para irrumpir en el capital de Indra y a cambio ha puesto como garantía de pago las propias acciones a través de un derivado (collar).