Con los datos que arroja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 41,6% de la población española se considera parte de la clase media-media, mientras que un 15,1% se sitúa en la clase media-baja. Solo un 0,4% se ve a sí mismo como clase alta, mientras que un 14,6% se identifica como clase baja y un 3,3% como clase pobre. Un escenario de datos que plantea la pregunta sobre los criterios que usamos para definir nuestra pertenencia a una clase social determinada.
En el caso de Madrid, por ejemplo, un 44% de los habitantes se considera parte de la clase media. En esta línea, de acuerdo con información que arroja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su último informe de 2019, la clase baja está conformada por quienes tienen ingresos por debajo del 75% de la mediana nacional, la clase media abarca a quienes se encuentran entre el 75% y el 200%, y la clase alta corresponde a quienes superan el 200%.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la mediana de la renta en España para 2023 se sitúa en 18.316 euros brutos anuales, lo que establece umbrales salariales claros para cada clase social.
En el desglose, los datos revelan que aquellos con ingresos anuales inferiores a 13.737 euros pertenecen a la clase baja, mientras que los que ganan entre 13.737 y 36.632 euros se consideran clase media. Por su parte, quienes superan los 36.632 euros anuales se clasifican como clase alta. Esto se traduce en ingresos mensuales brutos: menos de 1.145 euros para la clase baja, entre 1.145 y 3.052 euros para la clase media, y más de 3.052 euros para la clase alta.
Sin embargo, el hostil escenario económico de la capital española y de otras ciudades del país, complica esta clasificación. Por ejemplo, en el caso madrileño, ser parte de la clase media puede implicar ganar entre 1.500 y 4.000 euros brutos al mes, es decir, entre 18.000 y 48.000 euros anuales, debido al elevado coste de vida. Este fenómeno pone de manifiesto que los ingresos necesarios para considerarse clase media varían significativamente entre las distintas regiones del país.
Clase media: "Aspiración más que una situación real"
Un estudio de The Washington Post, con información basada en datos de Estados Unidos, y con proyección a España, revela que solo un tercio de los adultos tiene la estabilidad financiera que ellos mismos definen como "ser de clase media", sugiriendo que la percepción de esta clase social puede estar más relacionada con un ideal que con la situación económica real, Definiciones similares se aplican en España, donde la clase media es vista por muchos como un término que refleja una "aspiración más que una situación real". Las condiciones económicas actuales, sumadas al aumento del coste de vida, han llevado a que muchas familias se enfrenten a la incertidumbre sobre su futuro financiero.
Las 4 cosas que no podrá permitirse la clase media
Expertos estadounidenses advierten que el aumento de los costes en EEUU, pero proyectados a nivel internacional, sobre vivienda, la matrícula universitaria, vacaciones, coches nuevos y la inflación podrían afectar gravemente a las familias de clase media. Según señala a Yahoo Finanzas Alyssa Huff, experta en venta de inmuebles, incluso los gastos cotidianos como las vacaciones podrían convertirse en un lujo inalcanzable.
Viajar, en particular, será un desafío para muchas familias. David Kemmerer, CEO de una consultora de impuestos, enfatiza al medio económico que los costes de las vacaciones han aumentado drásticamente debido a diversos factores, incluyendo la inflación y la pandemia. Esto significa que muchos podrían tener que renunciar a disfrutar de experiencias que antes consideraban básicas.
La compra de una vivienda y la adquisición de un coche nuevo también se están convirtiendo en retos cada vez mayores para la clase media. Carter Seuthe, CEO de Credit Summit, advierte a Yahoo Finanzas que la posibilidad de comprar una casa podría volverse remota en cinco años, mientras que el coste de poseer un vehículo ha aumentado significativamente, haciendo que esto también se convierta en un lujo.Finalmente, las preocupaciones se extienden a áreas críticas como la educación. Jake Hill, CEO de DebtHammer, subraya al medio que las matrículas de las escuelas privadas están aumentando, lo que podría hacer que estas se vuelvan inalcanzables para muchas familias de clase media.