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El otro Bernabéu de Madrid: los vecinos de Arganzuela claman contra los conciertos del parque Enrique Tierno Galván

Cartel de cierre del parque Enrique Tierno Galván por el Alma Festival. Foto: Delicias para tod@s

Jueves 6 de junio a las 22:00 horas. Comienza puntual el concierto de Jorge Drexler en el auditorio del parque Enrique Tierno Galván, en el distrito de Arganzuela de Madrid. Guitarra en mano, el cantante pregunta al público si se escucha bien su voz al fondo. Sin ningún problema de sonido, el evento prosigue con normalidad. Pasadas las 23.30 de la noche, el uruguayo advierte que ya ha comenzado la recta final del concierto al haber un horario fijado que no se puede superar. A las 23:59 se escuchan los compases finales de la música y se pone punto y final al evento con broche de oro y la ovación de más de 5.000 personas totalmente entregadas.

Los vecinos de la zona del Bernabéu llevan semanas quejándose de que el estadio se ha convertido en un 'eventódromo' tras la reforma llevada a cabo, que está haciendo que el barrio se haya vuelto inhabitable con varios conciertos a la semana junto a los eventos deportivos. Algo similar, aunque en mucha menor escala, está ocurriendo en Arganzuela con el parque Enrique Tierno Galván.

En lo que llevamos de primavera ha acogido ya dos eventos para entre 7.000 y 9.000 personas. El Pompä Open Air duró dos días, 31 de mayo y 1 de junio, mientras que el Alma Festival se extenderá desde el 31 de mayo hasta el 14 de junio con conciertos a diario a partir de las 19:00 horas y hasta pasada la media noche.

Para la celebración de este último, los vecinos de Arganzuela denuncian que el Ayuntamiento de Madrid ha realizado una "privatización ilegal" del parque, incumpliendo así la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano. La citada norma contempla en su artículo 206: "Las zonas verdes, por su calificación de bienes de dominio y uso público, no podrán ser objeto de privatización de su uso en actos organizados que por su finalidad, contenido, características o fundamento, presuponga la utilización de tales recintos con fines particulares en detrimento de su propia naturaleza y destino".

También recuerdan el incumplimiento de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, que en su artículo 18 fija la prohibición de los ruidos que perturben de forma inmediata y directa la tranquilidad de los vecinos e impidan su descanso, que supere los 55 dBA entre las 07:00 y las 23:00 horas y los 45 dBA entre las 23:00 horas y las 07:00 horas.

Concentración contra la privatización

Por ello, han convocado a una concentración el próximo lunes 10 de junio para protestar por el uso privatizado de un parque público, la contaminación sonora que producen los conciertos y el daño medioambiental que conlleva la celebración de este tipo de eventos debido la concentración masiva de gente y el nivel de residuos producido.

La manifestación vecinal se llevará a cabo a las 20.00 horas en la explanada junto al Planetario y exigirán tanto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como al delegado de Urbanismo, Borja Carabante, recuperar el uso público del parque y el cese de este tipo de festivales en el barrio.

El hecho es que el evento abarca una extensa zona del parque, que se encuentra vallado para que los vecinos o cualquier persona sin entrada no puedan acceder al mismo. En total, están ocupados un total de 40.000 metros cuadrados y hay instalados dos grandes escenarios a menos de 150 metros de las primeras casas. Otra de las quejas es que la música se extiende más allá de la media noche en días laborables.

"La ciudad es un derecho, no un negocio", protestan en sus redes sociales las diferentes asociaciones vecinales afectadas por los festivales, que además supone el corte de varios caminos peatonales y vías ciclistas. Asimismo, han comenzado a recoger firmas contra el uso privado del parque, que "es público y es de todos".

La iniciativa lleva ya más de 1.100 rúbricas a favor en change.org. "Necesitamos recuperar el uso público de nuestros parques para los ciudadanos y no convertirlos en oportunidades de negocio privado. No a la perversión de los servicios y funciones sociales y ambientales de los parques", reza el mensaje que acompaña a la petición.

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