
Pedro Sánchez se queda. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno en una comparecencia puntual a las 11.00 horas de este lunes, donde se ha referido a la actual situación política y ha indicado que, gracias a las movilizaciones sociales y al apoyo de su partido, ambas cosas que han influido en su decisión, continuará al frente del Gobierno de España.
De hecho, durante su discurso, que puedes leer al completo aquí, ha mencionado dos conceptos claves: la regeneración democrática y la consolidación de derechos. Pero, ¿en qué contexto ha usado Sánchez estos dos términos referidos a su continuidad en el Gobierno y a su no dimisión como presidente del Ejecutivo español?
La regeneración democrática
Tras indicar que no dimite como presidente del Gobierno, agradeciendo todo el apoyo y reconociendo que la movilización social de este fin de semana ha influido en su decisión, Pedro Sánchez se ha referido a la regeneración democrática en su discurso: "Por eso, asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia", ha dicho.
"Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del gobierno de España. Solo hay una manera de revertir esta situación. Que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo", ha añadido.
De hecho, ha argumentado que, durante estos cinco días, ya se ha comenzado a hacer la regeneración democrática y una reflexión del conjunto de la sociedad: "Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio", ha añadido.
La consolidación de derechos
En el mismo discurso, Sánchez ha mencionado la consolidación de derechos: "Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades".
Con ello, se ha referido a dejar de lado las diferentes opiniones políticas, centrándose en la eliminación de los bulos y las falsedades del debate político, para garantizar un Estado de Derecho: "Esto nada tiene que ver con el legítimo debate entre opciones políticas. Tiene que ver con las reglas del juego. Si consentimos que los bulos deliberados dirigen o dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla de nuestro Estado de Derecho".