
Hace seis días, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu dijo "ciudadanos de Israel, estamos en guerra", tras el ataque sorpresa de Hamás. Y es lo que ha sido hasta ahora, el inicio de una guerra que surgió por una devastadora invasión que pilló desprevenido al ejército israelí y que da cuenta del enorme plan secreto que organizó la agrupación criminal para convertirse en la principal resistencia a Israel. Una estrategia, que hace preguntarnos de dónde salió el dinero para financiar el terrorismo y la masacre provocada por la organización liderada por Mohamed Deif.
Israel sufrió uno de los peores ataques desde que los ejércitos árabes libraron la guerra en 1973, esta vez por el grupo islamista palestino Hamás. Y es que los servicios de inteligencia de Netanyahu no tuvieron la "capacidad de anticipar" la masacre de la agrupación terrorista que ha dejado más de 2.700 víctimas mortales. Un devastador escenario, que plantea la duda sobre cómo se originó el plan, qué es lo que gana Hamas con este ataque y cómo se financió.
En los días posteriores a la indescriptible masacre de ciudadanos israelíes por parte de la agrupación criminal Hamás, las criptomonedas se han convertido en una parte involuntaria de la historia. Y es que, las finanzas descentralizadas siempre se han presentado como una forma de evitar las dificultades del sistema financiero global regulado, y las criptomonedas se han utilizado durante mucho tiempo para "impulsar" los mercados negros.
Financiación del terrorismo
En esta línea, un reciente informe de Wall Street Journal (WSJ) señala a la criptomoneda como "parte integral" de la financiación de Hamás para efecto de las operaciones terroristas como la 'Tormenta Al-Aqsa'.
"Durante el año previo a los ataques, tres grupos militantes -Hamás, la Yihad Islámica Palestina y su aliado libanés Hezbolá- recibieron grandes cantidades de fondos a través de criptomonedas, según una revisión de las órdenes de incautación del gobierno israelí y los informes de análisis de blockchain", explica el medio, con lo que afirma que las billeteras de criptomonedas de Hamás llegaron a recibir 41 millones de dólares (39 millones de euros) desde mediados de 2021.
Según información de QZ, en agosto de 2020, el gobierno de Estados Unidos confiscó millones de dólares de grupos terroristas que utilizaban criptomonedas para recaudar dinero.
Sin embargo, Elliptic, una empresa que ayuda a las empresas de criptomonedas a cumplir con las regulaciones financieras, le dijo a WSJ que la Jihad Islámica Palestina, aún logró recaudar otros 93 millones de dólares en criptomonedas entre junio de 2021 y agosto de 2023. Mientras que Hamás, logró recaudar unos 41 millones de dólares en pagos digitales. Si bien no está claro cómo se utilizó ese dinero, en 2022 las autoridades estadounidenses sancionaron a la oficina de inversiones de Hamás, que, según dijeron, tenía 500 millones de dólares en activos.
Un dato con el que la Organización de las Naciones Undias (ONU) estima que las criptomonedas "representan el 20% de la financiación del terrorismo mundial".
Cómo los grupos terroristas usan las criptomonedas
Los afiliados de Hamas, como su ala militar, las Brigadas Al-Qassam, están vinculados a una variedad de monedas, incluida dogecoin, la criptomoneda a menudo promovida por Elon Musk, y monedas estables como Tether y USDC señala QZ. En un informe de agosto de 2023, Elliptic incluso dijo que las billeteras que monitoreaba mostraban un comportamiento consistente con el grupo terrorista invirtiendo en "protocolos defi y recaudando ganancias utilizando Solana", una criptomoneda respaldada más famosa por Sam Bankman-Fried de FTX .
Defensores de las criptomonedas
Por su parte, los defensores de las criptomonedas son reacios a mencionar que blockchain, por ejemplo, ofrece formas de canalizar dinero a grupos terroristas y son propensos a "pasar por alto" la actividad criminal.
Según una publicación de Fortune, las criptomonedas son una herramienta "deficiente" para la financiación del terrorismo porque son demasiado fáciles de rastrear. También está la realidad de que, si las criptomonedas no existieran, la mayor parte o la totalidad de los 41 millones de dólares se habrían canalizado a Hamas de una forma u otra, a través de lingotes de oro, cuentas bancarias sospechosas o paletas de billetes de 100 dólares.