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Estas son las opciones del Rey para proponer la investidura del nuevo presidente de España tras la ronda de consultas

El Rey, junto a Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en un acto de 2022. Foto: EP.

El rey Felipe VI se encarga este martes de la segunda jornada de la ronda de consultas de cara a la propuesta de un candidato para la investidura del nuevo presidente del Gobierno. El monarca encara un día decisivo, ya que se trata de la fecha en la que acudirán al Palacio de la Zarzuela los tres partidos más votados en las elecciones del 23 de julio y, por lo tanto, el candidato que se jugará su presidencia en el Congreso de los Diputados.

Serán Santiago Abascal (líder de Vox, desde las 10.30 horas), Pedro Sánchez (líder del PSOE, desde las 12 horas) y Alberto Núñez Feijóo (líder del PP, desde las 16 horas) los tres candidatos que se reunirán con el Rey, aunque de esta segunda jornada de la ronda de consultas la única duda es conocer si Felipe VI elegirá como candidato a la investidura a uno de los dos últimos.

Si bien Alberto Núñez Feijóo es el candidato del partido más votado (el PP obtuvo 137 escaños en las elecciones y fue la formación con más apoyo popular), lo acontecido en las últimas semanas pone muy en duda su capacidad para conseguir los 176 diputados necesarios para ser investido presidente. En el otro lado de la balanza, un Pedro Sánchez que, aunque no dispone tampoco de los votos necesarios, sí consiguió el apoyo que precisaba para hacer a Francina Armengol presidenta del Congreso, un apoyo que, dicho sea, de repetirse, le bastaría para repetir mandato en la presidencia del Gobierno.

Frente a esto, ¿qué puede hacer el Rey? El papel del monarca es limitado en la vida política española, dado que el sistema de monarquía parlamentaria así lo establece. Pero tiene un rol clave tras todas las elecciones generales, ya que la Constitución le otorga el poder de elegir el candidato a la investidura.

¿Qué dice concretamente la Constitución? En su artículo 99, la Carta Magna (puede consultarse en este enlace del Boletín Oficial del Estado) explica que "el Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".

La Constitución no obliga al Rey a elegir un candidato u otro, será una decisión del monarca. Eso sí, tradicionalmente se suele proponer al candidato del partido más votado para que intente salir investido como presidente del Gobierno. Pero la situación existente en 2023 abre la puerta a que, en paralelo a este supuesto, se pueda abrir un escenario complementario.

Proponer al candidato más votado: el turno de Feijóo

La secuencia más repetida a lo largo de los años ha sido la de proponer al candidato de partido más votado. De ser así, el Rey propondría a Alberto Núñez Feijóo, que tendría que ganarse la confianza del Congreso de los Diputados. La Constitución establece que para ser investido presidente un candidato necesita mayoría absoluta (176) votos) y que, si no la consigue en primera votación, le basta una mayoría simple (tener más síes que noes) en una segunda votación 48 horas después de la primera.

El problema para Feijóo es que el PP está ahora mismo muy lejos de conseguir los 176 votos necesarios. Su principal aliado, Vox, ha dejado en el aire su apoyo a una hipotética investidura del gallego después de quedarse sin asientos en la Mesa del Congreso, pero incluso con el apoyo del partido de Santiago Abascal en este momento la formación popular solo dispondría de 172 diputados: los suyos, los de Vox, el de UPN y el de Coalición Canaria.

En ese sentido, al PP se la acaban las opciones, dado que el PNV ya ha reiterado en varias ocasiones su negativa a votar un Gobierno con participación de Vox (algo que repitió Aitor Esteban tras la reunión que mantuvo con el Rey). La formación vasca, socia habitual del Gobierno de coalición, apoyó a la socialista Armengol para la presidencia del Congreso de los Diputados.

Dado que ERC y Bildu también han rechazado dar su apoyo al PP, la única opción que le quedaría al partido de Feijóo es sostenerse en Junts, una alternativa que parece lejana y más después de que el partido catalán diese sus votos (no sin suspense) a Francina Armengol en detrimento de Cuca Gamarra para la presidencia de la Cámara Baja.

Si Feijóo acude al debate de investidura y no consigue los apoyos necesarios no tiene por qué planear (al menos en primera instancia) la sombra de la repetición electoral, ya que la Constitución explica que "si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores" antes de que se cumpla un plazo de dos meses desde la primera votación.

La otra opción: proponer a Sánchez

La segunda gran opción para Felipe VI es proponer a Pedro Sánchez como candidato para la investidura. El PSOE fue la segunda fuerza más votada el 23J y no tiene el argumento de la formación con más votos, pero a cambio puede esgrimir su capacidad para reunir los apoyos necesarios en el Congreso, algo de lo que hizo gala con la elección de Armengol. Los socialistas, junto a Sumar, ERC, Bildu, PNV, Junts y BNG obtendrían 178 diputados suficientes para conseguirlo.

Sin embargo, el hecho de haberse anotado el triunfo de alzar a Armengol a la presidencia del Congreso no garantizaría de momento una investidura de Pedro Sánchez. Aunque se prevé el apoyo de Sumar, ERC, Bildu y el BNG, dos hipotéticos socios del PSOE han desvinculado el apoyo a Armengol del posible apoyo a Sánchez.

Así, Junts expresó (a través de Carles Puigdemont, siempre activo en las redes sociales) que la elección de Armengol no daba carta blanca para una investidura de Sánchez y el PNV calificó el lunes la ronda de consultas como "precipitada" y no descartó una repetición electoral.

Si, propuesto Sánchez, el candidato socialista no consiguiese los votos, el Rey podría proponer a Alberto Núñez Feijóo para que intentase la tarea de salir investido presidente. Sería, en la práctica, la misma dinámica que la del primer supuesto pero con los papeles cambiados. El candidato popular tendría que conseguirlo, igualmente, antes de que transcurriesen dos meses desde la primera votación de investidura.

La repetición electoral

El tercer y último supuesto solo llegaría después del fracaso de los candidatos al intentar ser investidos como presidentes del Gobierno y sería, lógicamente, la repetición electoral. Así lo determina la Constitución española en ese artículo 99: "Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso".

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