Actualidad

¿Qué pasa si voto en blanco? ¿A quién beneficia?

Recuento de votos en una mesa electoral. / Foto: iStock

Al hacer el recuento de votos al final de la jornada electoral de este domingo 23 de julio de 2023, cuando se producirán las elecciones generales de manera anticipada, hay tres tipos de votos posibles: voto nulo, voto en blanco y voto válido.

El válido es aquel voto efectivo que se suma al total, mientras que el voto nulo y el voto en blanco son dos de los que más dudas causan entre los electores e, incluso, pueden confundirse entre ellos.

Los diferentes tipos de voto están regulados en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, que indica las condiciones que han de darse para que los votos sean considerados de uno u otro tipo.

¿Qué es un voto en blanco?

De forma general, se considera voto en blanco aquel sobre que no contenga ninguna papeleta en su interior. Además, matizando, en las elecciones para el Senado también se considera voto en blanco aquella papeleta que no contenga indicación a favor de ninguno de los candidatos.

Aunque en la ley solo se detalla este escenario, también se consideran votos en blanco, según el manual de instrucciones para los miembros de mesa del 23J, aquellos sobres que contengan papeletas a favor de candidaturas legalmente retiradas.

¿A quién beneficia el voto en blanco?

Como se puede leer en este artículo 96 de la ley, estos votos en blanco, al contrario que los nulos, son válidos para el recuento, de ahí su importancia, ya que sí que influyen en los resultados finales de la votación.

En concreto, este beneficio obtenido con los votos en blanco tiene que ver con el denominado método D'Hondt, que es el sistema utilizado para repartir los escaños durante las elecciones, de manera proporcional al número de votos obtenidos.

Así, tras hacer el recuento, los resultados electorales se ordenan de mayor a menor y se calcula el porcentaje de cada uno sobre el total de votos válidos, teniendo en cuenta los votos en blanco, los cuales se distribuyen de forma proporcional entre todas las candidaturas, tal y como se puede leer en el Ministerio de Interior.

Primero se excluyen las candidaturas que no hayan obtenido un 3% de los votos válidos emitidos, un porcentaje que puede variar dependiendo de si se trata de elecciones generales o autonómicas. Así, al incluir los votos en blanco una candidatura necesita más votos para lograr escaño.

Esto quiere decir que, por lo general, los votos en blanco suelen beneficiar a los partidos mayoritarios. No beneficia al partido que más votos ha conseguido en las elecciones, pero sí a los partidos que, por lo general, consiguen mayores representaciones en cada lugar, en contra de los partidos políticos más pequeños, aunque ciertamente hay poca posibilidad de que una formación se quede justamente en el límite del 3% de los votos necesarios para conseguir representación.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky