Un jubilado vallisoletano ha conseguido una segunda oportunidad financiera tras ser perdonado del pago de una deuda que ascendía, en apenas un año, a más de 65.000 euros, a lo que se sumaban los embargos de su coche y las fincas.
Ha sido el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Valladolid el encargado de cancelar todas las deudas pendientes y, además, permitiéndole mantener dos fincas rústicas y su vehículo en propiedad, gracias a una resolución que le permite salir de todos los ficheros de morosos en los que esté incluido.
Una estafa con criptomonedas
Este caso, que ha sido llevado íntegramente por los abogados de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, entidad especializada en procedimientos de insolvencia de ámbito nacional, comenzó en enero de 2022 cuando le ofrecieron al protagonista de esta historia invertir en criptomonedas.
Se trataba del fondo de inversión HTA, lo que hizo que este jubilado pidiera la asesoría de un inversor privado y de un bróker para saber qué hacer. Ambos le recomendaron invertir, ya que era un negocio legal y seguro, por lo que pidió varios créditos para invertir en la página web.
Todos eran ganancias, hasta que, en el mes de abril, cuando podía realizar el primer cobro de las ganancias, la página web desapareció. A pesar de que el interesado intentó hacer frente a la cuota mensual total (más de 65.000 euros), llegó el momento en el que le era imposible compaginarlo con los gastos básicos.
Pronto comenzaron las llamadas por parte de las entidades bancarias reclamando el cobro de la deuda e incluso amenazas de embargo sobre sus bienes. Esto generó una situación de intranquilidad y estrés en el interesado al ver cómo peligraba su vida habitual por lo que decidió buscar un mecanismo para protegerse y solucionar su situación económica, como indican en la nota de prensa de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento.
La víctima se declara insolvente
Fue ahí cuando acudió a la mencionada asociación, que le aconsejaron declararse insolvente y tramitar el denominado proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad. Enseguida consiguió suspender los intereses de demora, permitiéndole un ahorro mensual, y proteger sus bienes ante posibles embargos.
Esto proporcionó un respiro económico fundamental para el asociado, que afectó también a la mejora de su salud. Posteriormente, se intentó llegar a un acuerdo con los acreedores para afrontar la deuda acorde a sus posibilidades. Esta solución amistosa, que hasta el 26 de septiembre era un trámite obligatorio, resultó totalmente imposible. Dada la negativa habitual de los acreedores era un obstáculo más que un beneficio para el proceso.
"Realmente, no ha cumplido con su propósito inicial que era, precisamente, evitar concursos de acreedores. Es una buena noticia que no sea preceptivo, ya que se agilizan los trámites, se acortan tiempos y se ahorran costes en honorarios de notaría y mediador concursal, el cual deja de existir", detalla Alberto García, abogado de la Asociación.
Perdonada una deuda de más de 65.000 euros
Esto hizo que los deudores tuvieran el derecho al 100% del perdón de sus deudas, ya que ellos de buena fe intentaron pagar algo, y fueron causas ajenas a su voluntad las que lo evitaron. El resultado esperado, es decir, la exoneración del pago de los créditos fue concedido por el Juzgado el pasado 15 de mayo.
Finalmente, la insolvencia del interesado, no haber sido exonerado en los últimos 5 años y carecer de delitos de orden socioeconómico, han hecho que el deudor se libre de pagar 65.614,69 euros y mantener las dos fincas rústicas y su vehículo en propiedad. Desde entonces, los acreedores del asociado no podrán reclamar ningún pago más al ya ex-deudor ni incluirlo en ficheros de morosos.