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Las historias de terror que vivieron los pequeños emprendimientos tras la quiebra de SVB

  • Tres casos describen los efectos de la caída de Silicon Valley Bank
Foto: Reuters.

El terremoto causado por la caída de Silicon Valley Bank (SVB) trajo consigo muchas víctimas a nivel mundial. En un mercado en el que siguen las réplicas de la quiebra, el foco ha apuntado a las élites de las tecnológicas. Sin embargo, las víctimas más afectadas de este fenómeno han sido los pequeños emprendimientos que, en un principio, vieron a este banco como "el mejor socio financiero de la economía de la innovación".

A casi una semana del anuncio de la quiebra de SVB, y por los estragos económicos del llamado 'efecto dominó' u 'ola de corridas bancarias' que ha causado este fenómeno, es que se han destapado miles de historias de startups, emprendimientos y fondos de capital privado, los cuales, en una carrera contra reloj, han tenido que sortear el bloqueo de sus retiros.

Con el objetivo de apoyar a los damnificados de este fenómeno, los reguladores de Reino Unido y Estados Unidos se hicieron presentes el pasado domingo para proteger a los depositantes, con el fin de evitar dramáticas consecuencias.

Pese al anuncio de los reguladores de intentar poner los fondos a disposición de los depositantes a la "brevedad", miles de emprendimientos, estadounidenses e internacionales, vivieron horas de terror. Así lo evidencian los "más afectados" de lo que vendría a ser la quiebra bancaria más grande de los Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008.

Cuenta de ahorros al rescate

"Tiffany Dufu pasó una mañana del fin de semana pasado llorando en el baño de un aeropuerto mientras luchaba por sortear el colapso de SVB, que tenía la mayor parte de los fondos de su negocio", se puede leer en una reciente publicación de Fortune.

Dufu es la fundadora de The Cru, una startup de capacitación y entrenamiento profesional cuyo objetivo es mantener a las mujeres en la fuerza laboral. El viernes, justo cuando los reguladores federales se hicieron cargo de SVB y los clientes no podían acceder a sus cuentas, ella estaba luchando por descubrir cómo pagar la nómina de sus empleados. "Son 10 personas a las que me siento responsable de apoyar. Te tomas muy en serio el sustento de las personas", dijo Dufu a Fortune

Para asegurarse de que se le pagara al personal de The Cru, Dufu lo habló con su esposo y finalmente decidió sacar el dinero necesario para la nómina de su cuenta de ahorros.

"Tuve mucha suerte de tener una cuenta de ahorros y de poder hacerlo", explicó al medio. "Nuestro proveedor de nómina necesitaba una transferencia bancaria para el final del día viernes. Así que en realidad no hubo mucho tiempo para decidir qué hacer".

Fue un "momento aterrador" sobre el nuevo destino de sus ahorros, explicó Dufu, ya que estos estaban guardados para la educación de su hijo. La emprendedora, expresó muchas de las tensiones que enfrenta como fundadora, incluida mucha ansiedad financiera. "Estás pensando: ¿Qué he hecho?"

Tres días después del anuncio del Tesoro, la Reserva Federal y la FDIC, Dufu publicó que The Cru finalmente obtuvo acceso a sus fondos en SVB.

Las 26 horas de terror

Como si fuese una película. Una hora y tres minutos antes de que SVB bloqueara los retiros, la startup irlandesa Sisu Clinic, que mantenía la mayoría de sus reservas en el banco norteamericano, alcanzó a retirar su dinero del banco que se aproximaba a la quiebra.

"Le envié un mensaje a nuestro director financiero y le dije: 'Retire el dinero'", contó a Wired, Pat Phelan, Cofundador y CEO de Sisu Clinic, y agregó que tuvo que esperar toda la noche para que los fondos llegaran a su cuenta del Banco de Irlanda. "Fueron 26 horas increíblemente preocupantes".

El manejo de crisis

Cuando las acciones de SVB se desplomaron, Lauren Schulte Wang, cofundadora de The Flex Company, una nueva empresa de salud para la menstruación, señaló a CNBC que recibió una avalancha de mensajes de texto de otros fundadores de empresas emergentes. Estaba en una conferencia en las cercanías de Anaheim, California, y envió mensajes a algunos de sus inversores para pedirles consejo.

Inicialmente le dijeron que esperara, SVB "tenía una excelente reputación entre los abogados y los capitalistas de riesgo", pero su tono cambió más tarde, confesó al medio. Cuando Wang intentó transferir el dinero de su empresa, que según ella representaba el 100 % de su capital líquido, el sitio web del banco colapsó.

Los fondos de Flex Company permanecieron congelados durante el fin de semana, lo que presentó un problema: cada vez que un minorista vendía uno de sus productos, los ingresos se depositaban en esa cuenta SVB inaccesible, explicó Wang.

"Movilizamos una especie de equipo SWAT interno", contó. "Creamos una hoja de cálculo de cada cuenta diferente que teníamos y todo lo que necesitaba ser cambiado y asignamos diferentes personas al trabajo".

Durante las dos horas siguientes, los ejecutivos de la empresa crearon una cuenta en la sucursal de JPMorgan Chase más cercana y llamaron a minoristas como Target y Walmart para darles un nuevo número de cuenta para los depósitos de ingresos.

El lunes, la última de las tiendas minoristas de The Flex Company finalmente cambió a la nueva cuenta. Para entonces, Wang ya respiraba con más facilidad. "Todo esto comenzó desde un lugar emocional. La gente incitó al miedo, y eso fue lo que creó una corrida bancaria", argumentó Wang.

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