Mientras el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona recibe el encargo de investigar el caso Negreira, el Estado ya actuó contra el FC Barcelona. Hacienda considera que las facturas remitidas por el dirigente arbitral José María Enríquez Negreira por trabajos de scouting sobre los colegiados eran falsas y a través de dos inspecciones ya obligó a la entidad a regularizar su situación fiscal, pues se había deducido el IVA y rebajado el Impuesto de Sociedades, de manera fraudulenta. El pago alcanzó 1,01 millones de euros, que se suman a los 7,3 millones que fueron a parar a los bolsillos del directivo investigado entre 2001 y 2018.
Según la denuncia de la Fiscalía, remitida este viernes al juzgado, las sociedades de Enríquez Negreira, Dasnil 95 SL y Nisdal SCP giraron facturas al FC Barcelona "sin que las mismas respondieran a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real", tal y como aseguraban el dirigente arbitral como el conjunto azulgrana.
El mismo criterio siguió la Agencia Tributaria, que en 2019 abrió una inspección contra la entidad por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2015, 2016, 2017 y 2018. La investigación duró años hasta que Hacienda pidió una copia de las facturas y los medios de pago utilizados. Y en este caso exigió una copia de los vídeos y los informes elaborados por Negreira para justificar los pagos. La respuesta del Barça: "no se encontró la documentación requerida".
La Inspección Fiscal impuso intereses de demora al Barça por los gastos vinculados a las sociedades de Negreira
Por ello, la Inspección Fiscal le prohibió deducirse los gastos en el Impuesto de Sociedades, así como el IVA al no creerse los trabajos. Además, le obligó a regularizar su situación. Le hizo pagar 404.209 euros más 52.324 euros en intereses de demora para normalizar Sociedades y otros 473.050 euros más 84.991 euros en intereses de demora para el IVA. En total 1,01 millones de euros.
Aunque modesto, fue el primer golpe para la entidad del caso Negreira. El documento remitido por la Fiscalía al juzgado de Instrucción sostiene que los dirigentes azulgranas abonaron hasta 7,3 millones entre 2001 y 2018 a Negreira, hasta que abandonó su cargo como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Aunque solamente hayan sido imputados Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, los pagos se produjeron también durante la etapa de Joan Gaspart (2000-2003) y Joan Laporta (2003-2010), pero el delito habría prescrito.
En el periodo que todavía es denunciable, se gastaron en la contratación del mandatario hasta 1,28 millones entre 2014 y 2015 con Rosell- y 1,68 millones entre 2016 y 2018 ya con Bartomeu-.
Como explicó elEconomista.es, el FC Barcelona tiene actualmente 83,75 millones de euros provisionados para pagar los diferentes contenciosos fiscales que tiene con la Agencia Tributaria y otros litigios. Así, para hacer frente a los pagos con Hacienda, el club de fútbol dotó en el último ejercicio 58,05 millones y 25,69 millones para lo que catalogaron como provisiones para otras responsabilidades.
Según la última memoria, el club suma un total de 48,7 millones por actas firmadas en disconformidad entre 2018 y 2022.
Fiscalía presenta su denuncia contra el Barça y dos expresidentes
Este viernes, la Fiscalía presentó ante el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que ya abrió diligencias en la querella presentada por el árbitro Estrada Fernández, su denuncia por el caso. El procedimiento se dirige contra el FC Barcelona como persona jurídica; dos de sus expresidentes, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu; y el dirigente arbitral José María Enríquez Negreira por presuntos delitos de corrupción continuada en los negocios, administración desleal y falsedad en documento mercantil.
El Ministerio Público señala también contra Oscar Grau, exconsejero delegado de la entidad, y Albert Soler, antiguo ejecutivo del club y que fue secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) con el PSOE.
Según la Fiscalía, la motivación de los pagos nada tenía que ver con el scouting arbitral. Para ellos, la voluntad era que Enríquez Negreira, como vicepresidente del Comité Técnico Arbitral "realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el Club, y así en los resultados de las competiciones". Para ello habría llegado a un "acuerdo verbal estrictamente confidencial", con los mandatarios azulgranas.
Además, recuerda que la designación de los árbitros para las competiciones españolas "se llevan a cabo en el seno del CTA, organismo encargado, además, de las evaluaciones -en las que participaba el denunciado- para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros, así como de la proposición de candidatos a árbitros internacionales".
El rastro del dinero se pierde con las retiradas en efectivo que se hacían de las cuentas de Negreira
La Fiscalía defiende que el dinero pagado por el FC Barcelona se destinaba a influenciar los arbitrajes, aunque no ha podido seguir el rastro del dinero una vez llegaba a las cuentas de Enríquez Negreira. "Las cuentas se nutrían prácticamente en su totalidad de los ingresos procedentes del FC Barcelona, los cuales eran retirados, en su gran mayoría, mediante cheques al portador cobrados por la secretaria [...] por encargo de Enríquez Negreira, al que le entregaba el dinero en efectivo, desconociéndose el destino definitivo de las detracciones".
El dirigente arbitral dijo primero que se hacían para asegurar arbitrajes "neutrales", pero luego se acogió a su derecho a no declarar asegurando que tenía un principio de alzhéimer.
"El Barça nunca ha comprado árbitros"
Mientras avanza la vía judicial, el FC Barcelona continúa sin realizar una comparecencia para explicar los detalles de la investigación interna abierta. Este martes, en un coloquio celebrado en el Círculo Ecuestre de la ciudad, Joan Laporta, actual presidente de la organización fue tajante: "El Barça nunca ha comprado árbitros y el Barça nunca ha tenido intención de comprar árbitros. Rotundamente nunca".
El directivo denunció que existe "una campaña orientada a controlar el club" después de no haber firmado el acuerdo con CVC, contratar a Limak para las obras del Camp Nou y ser uno de los promotores de la Superliga.