Bilbao
CAF obtuvo un beneficio neto de 52 millones de euros en 2022, con una caída del 39% respecto a las ganancias registradas el año anterior, debido al impacto de la inflación y de la crisis de las materias primas, según comunicó el fabricante de trenes y autobuses guipuzcoano.
Así, el alza de precios y la falta de suministros deslucieron un ejercicio 2022, calificado días antes como "espectacular" por su consejero delegado, Javier Martínez Ojinaga. Un año en que las ventas crecieron un 8% y se superó, por primera vez en la historia del grupo vasco, un negocio superior a 3.000 millones (3.165 millones).
También la contratación de proyectos adjudicados durante el año pasado alcanzó niveles históricos, 6.205 millones, un 64% más que el año anterior, lo que permitió incrementar la cartera de pedidos hasta los 13.250 millones, un 37% más.
Este nivel de contratación casi duplica sus ventas, por lo que seguirá generando un negocio significativo los próximos años, especialmente de contratos seleccionados por CAF por tener menor riesgo futuro.
Nuevo ciclo a partir de julio
CAF proyecta una continuación en 2023 de la situación actual de falta de suministro de componentes. Así, prevé un primer semestre en el que se dará salida a la cartera remanente impactada por este contexto y un segundo semestre de recuperación, a través de la ejecución de proyectos del nuevo ciclo de contratación.
El resultado bruto de explotación (ebitda) de CAF cayó un 9%, hasta los 232 millones, con un margen operativo del 7,3%, un punto y medio menos que hace un año.