
Tras largos días de insistencia, desde que el 24 de febrero Rusia iniciase la invasión sobre Ucrania, finalmente este lunes, 7 de marzo, la Unión Europea ha dado el paso inicial para una posible entrada de Ucrania entre sus Estados miembro. Eso sí, aún con pasos por dar, que en lo más lógico es que se alargasen en el tiempo, el ingreso cambiaría el signo del conflicto bélico... por lo que ahí radica el interés del presidente Volodímir Zelenski.
El viejo anhelo de Ucrania de pertenecer a la UE, además de a la OTAN, fue uno de los grandes desencadenantes para que Vladimir Putin finalmente optase por movilizar todas sus tropas hasta territorio ucraniano. Regiones que el líder ruso considera de su propiedad histórica y cultural, pero que sin embargo llevan desde la caída de la URSS tratando de olvidar todo sentimiento soviético y reclamando independencia.
Un reconocimiento que durante estos últimos 30 años han obtenido, pero donde para los intereses ucranianos se haría vital entrar a formar parte de la UE. Ya estuvo cerca de tramitar su procedimiento en 2013, pero el presidente Víctor Yanukovich suspendió la firma del acuerdo de asociación, lo que derivó en las protestas conocidas como Euromaidán que a su vez desencadenador los conflictos del Donbás y Crimea, con posterior reconocimiento de independencia de Rusia a Lugansk y Donestk.
La UE ha dado el primer visto bueno a Ucrania, Georgia y Moldavia
El inicio de la situación bélica que ha desembocado en la guerra actual y por lo que el ahora presidente Zelenski ha vuelto a iniciar los trámites para la entrada de Ucrania en la UE. Un proceso siempre largo pero que por la situación actual el dirigente ha pedido agilizar, dando este pasado lunes los 27 Estados miembro el primer y gran paso firme: solicitar a la Comisión Europea un dictamen sobre el ingreso.
Hasta siete países van por delante en cuanto a plazos burocráticos respecto a Ucrania y su adhesión
Así pues, se ha iniciado la maquinaria continental, también sobre Georgia y Moldavia, estando ya Ucrania en la etapa de preadhesión. Una fase previa a encontrarse entre los serios candidatos a engrosar la lista de 27 países, donde ahora están Albania, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Turquía (además Bosnia y Herzegovina y Kosovo son potenciales candidatos), por la que se deben cumplir una serie de requisitos.
Sencilla y llanamente cumplir con los Acuerdos de Copenhague, que son las medidas básicas para formar parte de la UE que esta acordó en 1993 para todos los nuevos países. Una serie de condiciones que pasan por la estabilidad democrática, el respeto a los derechos humanos o el tener una economía sostenible que lleva un periodo indeterminado de tiempo que ronda siempre sobre la década (la misma que Croacia pasó desde la solicitud -2003- hasta la entrada -2013-).
Así cambiaría la guerra la entrada de Ucrania en la UE
Por ello la dificultad a corto plazo de que Ucrania cumpla estos requisitos, más si cabe en una etapa de guerra y con hasta siete países por delante suya en cuanto a plazos burocráticos, que el presidente Zelenski ha solicitado acortar. De sucederse, sería un cambio radical al conflicto con Rusia, pues Putin vería así como Occidente entra en disputa directamente con sus intereses.
Así lo reconoce el artículo 42 del Tratado de la Unión, donde se estipula en su séptima disposición que "si un Estado es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembro le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance". Es decir, la UE debería enviar tropas directamente a Ucrania para apoyar a esta.
Los grandes países europeos guardan cautela por la dificultad de entrar en conflicto directo con Rusia
El deseo de Zelenski tanto con la entrada en la UE como en la OTAN, para fortalecer su defensa, que por el momento tanto la Unión como la Alianza Atlántica no están por la labor. Por lo pronto, en lo que respecta a la UE, la presidenta de la Comisión Europea ha dejado claro que "Ucrania es uno de los nuestros y los queremos en la Unión".
Mensaje que han respaldado públicamente Hungría, Polonia, Bulgaria, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania y Letonia, pero no así otros países con más fortaleza como Francia o unas Alemania, Italia o España que por el momento no se han pronunciado públicamente sobre la ampliación de la UE. La dificultad del conflicto con Rusia y el cambio que supondría para entrar en guerra con Putin hacen mantener una cautela que, por ahora, ya tiene la firmeza los 27 de estudiar una entrada que cambiaría el signo de la batalla.