Desde mediados de 2021 con un plan sobre la mesa por la que se busca implantar un sistema de pago en las autovías españolas, que acabaría con el carácter histórico de gratuidad, el Gobierno tiene en la Diputación de Guipúzcoa el claro ejemplo del futuro de los peajes. Un nuevo sistema que no detiene a los vehículos y cobra a estos solo si están registrados en una plataforma online... o de lo contrario los multa.
Deskarga es el tramo de la A-636 que une los municipios de Beasain y Bergara y que desde este inicio de 2022 se ha situado a la cabeza de la innovación de peajes en España. A través de un sistema telemático, integrado por arcos en la carretera, la Diputación de Guipúzcoa controla que todo aquel que transite por este recorrido haya pagado por hacerlo.
Solo exentas, por ahora, las motocicletas, el pago se hace mediante un sistema denominado 'de flujo libre' que lo gestiona la propia Agencia Guipuzcoana de Infraestructuras (Bidegi, por su nombre en euskera). A través de una plataforma, el conductor se registra con sus datos personales, matrícula y una cuenta bancaria, desde la cual se realiza el cargo.
Así funciona el peaje guipuzcoano
Con un precio que ronda los 2,5 euros el trayecto de ida, en caso de haber vuelta existe un ligero descuento así como también para los residentes en Guipúzcoa y portadores de un dispositivo Abiatu. Este no es otro que una especie de lector, disponible para todos los guipuzcoanos, que funciona como un Via-T para dar la posibilidad de pagar de forma telemática.
Una forma de evitar que los coches se tengan que detener ante barreras, lo que deriva en mayor congestión así como en mayor probabilidad de accidente. Apoyado por las nuevas tecnologías, que facilitan medios de pago telemáticos, es una de las opciones que está contemplando el Gobierno central para incluir en todas las autovías españolas.
Esta es la forma en la que se implantaría en las autovías españolas
En fase de análisis, por lo que se están contemplando todas las opciones, esta es la opción que más fuerza cobra de cara a su implantación. A través de unos arcos instalados a lo largo de una carretera, estos vigilan con cámaras qué matrículas han abonado el pago y cuáles no.
Algo similar a lo que viene usando la vecina Portugal, aunque en su caso denominado 'viñetas', las cámaras cotejan la cantidad de kilómetros realizados para imponer posteriormente (en vez de previamente) un cargo. Por su parte, Estados Unidos, Austria o Reino Unido ya cuentan con sistemas como el de la Diputación de Guipúzcoa que se sitúa a la vanguardia mundial en peajes.
