
Bill Gates es hoy a sus 66 años una persona que se dedica fundamentalmente a la divulgación y la filantropía, pero, aunque ahora quizá quede más lejano en el tiempo, durante los años 90 y los primeros 2000, cuando lideraba Microsoft, representaba una imagen mucho más directa desde el punto de vista empresarial.
Gates fue foco de juicios antimonopolio, de discursos ante sus trabajadores donde les pedía la excelencia, y de algunas otras cosas que ahora quizá, como decimos, nos parecen lejanas.
Del final de esa época procede una conferencia en la que Bill Gates sugería cuáles debían ser las habilidades que no podía faltar a ningún empresario o emprendedor.
Las habilidades de venta, las más codiciadas por Gates
Gates entonces decía que las habilidades de venta pueden ser el diferenciador más importante entre el éxito y el fracaso.
En su intervención en la conferencia Salon des Entrepreneurs de 2007 en Francia, el cofundador de Microsoft dijo que "todo emprendedor necesita una mezcla de diferentes habilidades". Pero lo más importante es la capacidad del empresario para "ser un vendedor".
"No solo convencer a tus clientes de que compren tu producto, sino convencer a la gente de que te conceda un crédito y convencer a la gente de que venga a trabajar a tu empresa".
Como sugirió Gates, es fundamental encontrar el equipo adecuado que crezca contigo. "Quieres que sus habilidades sean tales que, incluso cuando llegues a 10 o 50 personas, que su capacidad pueda crecer con esa empresa", dijo Gates. "Así que quieres personas esencialmente sobrecualificadas, por lo que tienes que ser muy convincente de que vale la pena que vengan y se unan".
"No solo hay que vender a los clientes"
Gates sostenía que la venta no termina con los clientes: Es una parte del liderazgo. Consideraba fundamental encontrar el mensaje adecuado y atraer a los mejores talentos.
Ser capaz de vender a esas personas su visión y su liderazgo podría significar la diferencia entre atraer a los mejores de los mejores o a empleados meramente mediocres. Es decir, no solo trasladar la venta a los clientes, sino también a las contrataciones de personal.