
Distrito independiente desde la reestructuración madrileña de 1987, el barrio de Vicálvaro, situado entre Vallecas, Moratalaz y Coslada, es quizás reconocido fuera de sus fronteras por un acontecimiento histórico que sucedió allí, conocido como la Vicalvarada, un pronunciamiento militar liderado por Leopoldo O´Donell seguido de una insurrección popular en 1854 durante el reinado de Isabel II que dio paso al bienio progresista. Otros dirán que lo que realmente ha marcado la historia reciente del lugar ha sido la ya cerrada fábrica de cementos Portland o incluso la Universidad Rey Juan Carlos donde comienza la calle San Cipriano.
Sin embargo, pocos saben el verdadero tesoro que guarda Vicálvaro entre sus calles y es que desde hace años dos de las compañías más grandes del mundo de gestión de efectivo, Loomis y Prosegur, tienen sus respectivas cajas fuertes en tierras de este distrito madrileño, en las que ahora también se está terminando de construir la fábrica Imbisa (Imprenta de Billetes), una firma que Banco de España constituyó en 2015 y a la que encarga la cuota anual de producción anual de billetes de euro que adjudica el Banco Central Europeo. Un cometido que, desde hace algunos años, no depende de la Real Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, sita en el barrio Salamanca.
Y es que, la banda organizada de ladrones que consiguió ganarse el cariño del pueblo en la exitosa serie de ficción de Netflix La Casa de Papel, que tenía el objetivo de cometer un atraco en la Real Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, tendría que cambiar ahora su estrategia y planear el asalto en esta nueva ubicación, ya que es en aquellos metros cuadrados de Vicálvaro donde, ahora, descansarán cantidades ingentes de dinero.
Tal y como informó Imbisa, la adjudicación de la nueva fábrica (que está construyendo Dragados, filial de ACS) era necesaria para continuar con la fabricación de billetes de euro que tiene asignada anualmente, dado que las actuales instalaciones "no cumplen con la nueva normativa de seguridad requerida por el Banco Central Europeo", concluía.
Así, según la propia empresa de impresión de billetes, la nueva planta contará con la maquinaria de impresión y equipamiento industrial necesarios y, además, "resolverá las limitaciones técnicas de la actual sede".
Por motivos de eficiencia y ahorro, continúan, también albergará instalaciones para abordar algunas operaciones de efectivo del propio Banco de España. Además, su diseño incluye criterios de sostenibilidad para un uso "más eficaz de los recursos, tanto materiales como energéticos, para reducir la huella industrial y minimizar su impacto ambiental".
Los orígenes de Loomis
Aunque la historia de la Casa de la Moneda y Timbre haya llegado a los hogares de millones de personas gracias al poder de la ficción, los orígenes de Loomis no son menos interesantes. Sus inicios de remontan al año 1905, cuando Lee Loomis fundó una compañía con trineos tirados por perros para el transporte de suministros a los mineros de Alaska y el oro de las minas. Años más tarde, tras diferentes fusiones y compras empresariales, en 2006 la división de transporte de fondos de Securitas crea la marca Loomis, que a partir de ese momento coge vuelo propio. Hoy, la empresa está presente en 26 países, y es que, aunque el dinero en efectivo parezca cada vez más inexistente, los datos demuestran su importancia en una amplia fracción de la población: "Los datos del Banco de España señalan que, entre enero y septiembre del año pasado, el número de operaciones en cajeros automáticos se incrementó un 20,2% y el dinero que extrajeron los clientes alcanzó casi los 30.000 millones de euros", explica Gonzalo Suárez, portavoz de Loomis.
Prosegur
A finales de los años 90 El Dioni se llevó un furgón blindado de la empresa Candi SA con casi 300 millones de pesetas. Hoy en día ese robo sería imposible, ya que desde que se mete el dinero en el vehículo, este no es accesible hasta que llega a Vicálvaro, donde se guarda el dinero de empresas, pero también de particulares. Tal y como explicaba Antonio Rubio, secretario general de Prosegur, en una entrevista a este medio, sus cúpulas ahora son también alternativas "para aquellos bancos que tienen que pagar al BCE por sus reservas y para aquellas personas que pueden empezar a tener que pagar por tener un depósito en cualquier banco retail". El potencial de este negocio es tal que "si se atacase a la mitad del mercado alemán y cobrase una fracción de lo que cobran a los bancos alemanes por depositar su dinero, sería una cuantía mayor que el propio negocio tradicional", reconoce Rubio.
Y es que su negocio también descansa sobre la misma base que la propia economía: la confianza. Aquella que se ganó Prosegur haciendo que en los 70 circulase por Madrid 24 horas al día su único furgón blindado con el objetivo de mostrar una flota que ahora sí existe.