Todo lo relacionado con el bitcoin parece estar envuelto en un halo de misterio y especulación a partes iguales. Solo hay que fijarse en el revuelo en torno a su creador, Satoshi Nakamoto. Un pseudónimo tras el que varios empresarios han afirmado estar, entre ellos Craig Wright y la familia de su difunto socio, David Kleiman. El último capítulo de la disputa por la autoría del bitcoin llega desde Florida, donde un juzgado ha fallado a favor de Wright, lo que significa que puede quedarse con cerca de 54.000 millones de dólares en la criptodivisa.
Todo comenzó en 2016, cuando el empresario australiano Craig Wright aseguró ser la persona detrás de Satoshi Nakamoto, el nombre que figura en los documentos fundacionales del bitcoin. Poco después, el hermano de Kleiman, Ira, interpuso una demanda civil en su nombre alegando que ambos eran Nakamoto, por lo que les correspondía la mitad del caché de la criptomoneda.
Ahora, un jurado federal de Miami ha rechazado seis de las siete demandas presentadas contra Wright por el reparto de aproximadamente 1,1 millones de bitcoins. Se trata de los primeros creados a través del minado, aquellos que solo pueden ser propiedad de la persona o entidad involucrada con la criptomoneda desde su origen, es decir, su creador.
Además de otorgar la autoría de la criptomoneda al empresario australiano, el veredicto le obliga a pagar 100 millones de dólares en concepto de daños compensatorios por una violación de los derechos de propiedad intelectual relacionados con la sociedad que ambos compartían, según publica CNBC. El dinero se destinará a W&K Info Defense Research en lugar de al patrimonio de la familia Kleiman.
Bitcoin, una fuente de financiación para los supremacistas blancos
Ser el primero en llegar, en cuestión de criptomonedas, suele significar una jugosa cantidad de dinero. Aquellos que apostaron por las monedas digitales en sus inicios han sido recompensados con decenas de millones de dólares. Según una publicación de la ONG Southern Poverty Law Center, algunos de esos inversores eran supremacistas blancos y partidarios de la extrema derecha.
Figuras como Andrew Auernheimer, Andrew Anglin del sitio web The Daily Stormer, y el comentarista de derecha Stefan Molyneux, fueron algunos de los nombres que apostaron por el bitcoin y otras criptomonedas y obtuvieron enormes ganancias que les ha permitido "vivir cómodamente mientras promovían el odio y el autoritarismo".
El informe sostiene que "no hay nada inherentemente criminal o extremo en" la criptodivisa. Sin embargo, señala que debería analizarse la "adopción temprana de la criptodivisa por parte de la extrema derecha", ya que les ha servido para expandir su movimiento, así como ocultar sus fuentes de financiación.