
Una forma de contrarrestar la escalada de los precios de la electricidad es bajar la potencia contratada. Un cambio que es gratuito hasta el próximo año y que podría reducir entre 40 y 50 euros el gasto en luz al año.
¿Qué es la potencia contratada?
Es la cantidad de kilovatios (kW) que pueden estar en funcionamiento simultáneamente. Cuanta más potencia se tenga contratada, más aparatos eléctricos se pueden encender al mismo tiempo. Sin embargo, más se pagará cada mes, ya que tu factura eléctrica se divide en consumo (que puedes controlar siendo más eficiente) y potencia (que es un coste fijo y aumenta según los kW que se tengan contratados).
¿Cuánto se ahorra si bajo la potencia contratada?
Los expertos en energía del portal inmobiliario Fotocasa explican que la potencia mínima recomendada (y la más común) para una vivienda es 3,5 kW para poder dar uso de forma simultánea a varios aparatos eléctricos. Sin embargo, se puede apostar por descensos de hasta 2,5 kW si no hay vitrocerámica en la vivienda.
Actualmente se puede contratar cualquier potencia en múltiplos de 0,1 kilovatios. Además, el ahorro de bajar la potencia va a depender de los kilovatios reducidos y del precio que se tenga en el contrato. No obstante, Fotocasa explica que aproximadamente por cada kilovatio que se reduce se puede ahorrar entre 45 y 50 euros al año.
Dos cambios gratuitos de la potencia contratada
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) explica que el consumidor podrá modificar las potencias contratadas en dos ocasiones en el periodo comprendido entre el 1 de junio de 2021 y el 31 de mayo de 2022. Una posibilidad que merece la pena aprovechar, pues los usuarios solo pueden bajarse la potencia una vez al año y tiene un coste que supera los 10 euros. En cambio, tiene que pagar algo más de 60 euros por cada kWh de incremento si se quiere subir.
Además, el organismo explica que la mayoría de consumidores tienen más potencia contratada de la que se necesita. Así, la posibilidad de realizar esos cambios gratuitos hay que tenerla en cuenta, pues si se quiere ahorrar el objetivo debe ser tener la menor potencia contratada, siempre que no afecte al día a día. Si se puede bajar lo contratado, el término fijo de la factura será más bajo.