Iván Martín, presidente y director de inversiones de Magallanes Value Investors, una de las gestoras españolas independientes de fondos más reconocidas del mercado, presenta la obra de tres autores, alguno más familiar para los habituales del mundo de la inversión, como Benjamin Graham, con su icónica obra 'El inversor inteligente', y otros no tan conocidos, como Rory Sutherland o René Girard, que tratan de explicar el comportamiento de los seres humanos. El responsable de Magallanes apunta que alguna vez ha pensado también en escribir un libro.
Me gustar leer casi todo tipo de temáticas. Desde obras relacionadas con el pensamiento, la antropología o la religión hasta obras relacionadas con el mundo de la inversión o la historia, aparte de biografías, algunas novelas... También me gusta leer algunos manuales técnicos sobre física, matemáticas o química.. Si puede ser un libro con algunas temáticas cruzadas mejor. Hoy me gustaría recomendar a los lectores algunas de las obras de Benjamin Graham, Rory Sutherland y René Girard, que he releido varias veces porque más que libros son manuales para mí.
De hecho, El inversor inteligente, de Benjamin Graham, ha influido mucho en mi vida ya que me hizo entender las inversiones y me señaló el camino por el que ir profesionalmente. Este libro representa mi toma de contacto con la inversión de verdad, no como me habían enseñado en la facultad ni como experimenté en mis primeros años como profesional. Creo que debería de ser un manual obligatorio para los futuros profesionales del mundo de las inversiones.
La introducción de la vertiente psicológica ("tu peor enemigo en las inversiones eres tú"), convierte a Graham en el verdadero pionero de las finanzas conductuales de hoy en día. El concepto de margen de seguridad es, sin duda, una de las mayores contribuciones que jamás se haya hecho en el campo de las finanzas. Además, es un manual que sirve tanto para profesionales como personas legas en la materia. Es un libro que releo muy de vez en cuando, especialmente los capítulos 8 y 20.
Alchemy, de Rory Sutherland, trata sobre por qué la gente se comporta como se comporta, es decir, de manera irracional la mayor parte del tiempo. Es de los pocos libros que he releído (y subrayado).
Aboga por el uso de la alquimia en la manera de presentar información, vender productos o sugerir ciertos hábitos a la gente.
Rory es vicepresidente de la agencia de publicidad Ogilvy y en su dilatada experiencia profesional ha experimentado multitud de situaciones que desafiaban toda lógica racional y cartesiana. En el libro se describen multitud de situaciones habituales del ser humano, que derivan en decisiones la mayoría de ellas muy alejadas de lo que dictan los modelos de pensamiento que rigen el mundo. Aboga por el uso de la alquimia en la manera de presentar información, vender productos o sugerir ciertos hábitos a la gente. Alquimia en el sentido de magia, de tal manera que, sin tener que recurrir a modelos matemáticos complejos es posible influir, hacer feliz y conseguir objetivos en el mundo de los negocios, de las empresas y de la vida misma.
De la obra del filósofo René Girard, hay varios libros que me recomendaría, como La violencia y lo sagrado, El chivo expiatorio o Los orígenes de la cultura. Girard trata asuntos relacionados con el pensamiento, la ética, la antropología o la religión. Su obra me cautiva por diferentes conceptos sobre la gente, sus orígenes, por qué se comportan como se comportan.
Girard introduce, entre otras cosas el concepto de la mímesis. Esta idea, su mecanismo, está detrás de gran parte de la forma de pensar y actuar de las personas, organizaciones, estados, grupos de interés, etc…así como de la aparición y posterior solución del conflicto. Muchas veces echamos la culpa a los otros, a la competencia, al entorno ("es que no es mi culpa", "es que los otros han hecho esto o eso"). Pocas veces observamos que en nosotros está, en ocasiones, el problema, pero también la solución. Girard propone todo un campo de pensamiento nada convencional en un mundo que, a la vista de los acontecimientos, tampoco lo es.
Además de los autores citados, de la literatura española me cautivó Delibes cuando leí mi primer libro suyo: Las Ratas. También me encanta la prosa de Eduardo Mendoza o Juan Manuel de Prada. Manuel Chaves Nogales es un autor extraordinario, por lo que explica y cómo lo explica en sus obras, especialmente en A sangre y fuego, debería ser lectura obligatoria en el colegio. Stefan Zweig también me ha marcado, toda su obra, especialmente El mundo de ayer. Ahora estoy leyendo Los penúltimos días de Escohotado, escrito por Ricardo F. Colmenero. Y he de reconocer que seguramente alguna vez he pensado en escribir un libro.