
Elegir a qué opositar es una pregunta que cada año se hacen miles de personas. Pero también cuando. Conocer cuándo puede abrirse una venta para unas oposiciones concretas puede dar margen de maniobra para saber si podremos prepararnos adecuadamente o si puede ser una carrera en el desierto. Por suerte para las personas que tienen claro que lo suyo es un empleo público, este año y el próximo puede ser uno de los mejores de la historia.
Recientemente, el Ejecutivo anunció la mayor Oferta de Empleo público de la historia. Más de 30.000 plazas, que superan las de la OPE 2020 que fue de 28.055 plazas, de las cuales 20.658 fueron de la Administración General del Estado y el resto para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Fuerzas Armadas.
Oposiciones de muchos tipos y muy abiertas
Pero además estas convocatorias que veremos en los próximos meses contarán con muchos puestos de los que se denominan oposiciones sencillas. Por ejemplo, en Justicia, se abrirán 388 plazas de Auxilio Juidicial, 1.030 de Tramitación.
Por ahora se sabe que de cara a las futuras oposiciones que buscarán cubrir estas plazas, esta es la distribución por categorías y áreas.
2.924 plazas serán para actividades de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, una de las que más crecen, en el marco de los compromisos adquiridos por el Gobierno para conseguir los fondos europeos de recuperación, donde se comprometía a la modernización del área digital de la Administración.
A ellos se suman 2.750 plazas para la mejora de la gestión de políticas públicas, 1.450 plazas para empleados de la Agencia Tributaria, 1.375 plazas para profesiones laborales, 1.200 plazas para Justicia y un millar Instituciones Penitenciarias.
La jubilación de los antiguos funcionarios, también a favor
Otro dato que indica que puede ser el mejor momento para plantearse presentarse a una oposición es que se estima que a lo largo de los próximos años hasta un tercio de los actuales empleados públicos podrían jubilarse.
En concreto, este umbral afecta a la llamada generación del 'baby boom', los nacidos durante la década de los 60 del siglo pasado que empieza a afrontar los últimos años de su carrera laboral.
En la Seguridad Social por ejemplo hasta un 75% de sus funcionarios han superado ya la barrera de los 50 años.
Sin embargo, las administraciones públicas también afrontan su particular reconversión, heredada en parte de la crisis económica de 2008, y que ha traído consigo una mayor temporalidad a unos puestos de empleo que en parte han perdido su condición de 'trabajo asegurado'.
Los funcionarios de carrera que están dando paso a su jubilación están siendo sustituidos en parte por interinos o trabajadores eventuales. Su peso en 2010 según la información del Estado apenas suponía un 12% en 2010. Una cifra que en 2020 ya se elevaba hasta el 22%.
Son sobre todo las administraciones autonómicas las que más tiran de este personal, donde suponen mayoría en sectores como la Sanidad o la Educación. Algo que no es nuevo y que han denunciado sindicatos.
Menos riesgos para los interinos
Ser interino es otro de los grandes problemas que afrontan muchos opositores. Ahí el nuevo Decreto Ley que establece que establece indemnizaciones de 20 días por año trabajado a aquellos que no superen la oposición para convertirse en fijos.
Además, ahora, las administraciones públicas deben cubrir en un plazo máximo de tres años las plazas ocupadas por personas sin contrato fijo.
Esto acabaría con las situaciones en las que interinos prosiguen de forma constante en sus puestos de empleo sin conseguir plaza.