Las entrevistas de trabajo son por definición momentos que nos generan estrés. Por eso, aunque la naturalidad es un punto a favor, tener claro algunas opciones ante algunas de las preguntas que más se suelen dar pueden darnos confianza, más allá de que luego las utilicemos o no.
Una de esas preguntas que más pueden enfrentarnos a una especie de 'folio en blanco' para el candidato es la invitación a que hablemos de nosotros mismos".
La amplitud de la pregunta es sencillamente abrumadora. ¿Cómo nos resumimos profesionalmente pero también personalmente en unas pocas frases?
Al no saber exactamente lo que busca el responsable de la contratación, la gente puede acabar repasando su currículum punto por punto o divagando sobre sus hobbies y aficiones. Ninguna de las dos opciones son las mejores.
Deja a un lado el síndrome del impostor
Otra razón por la que la pregunta desconcierta a algunos candidatos se debe al síndrome del impostor: la idea de que estamos aspirando o realizando un trabajo para el que no estamos cualificados, explica la coach profesional Melody Wilding a Quartz. Mucha gente, dice, "carece de confianza en sí misma y no ve realmente el valor de lo que ha hecho en su carrera. Así que la pregunta "háblame de ti" les intimida porque sienten que no tienen nada impresionante que ofrecer".
Qué quiere saber realmente el entrevistador
Algunos candidatos llegan a preguntarse si la pregunta es una trampa. Pero la invitación a hablar de uno mismo rara vez, o nunca, es una trampa. La mayoría de las veces, la persona que pregunta solo ha pasado unos instantes echando un vistazo a tu currículum, y es posible que ya haya olvidado la información que contenía después de varias entrevistas con otros candidatos.
Vamos, que podemos sentirnos libre de contestar sin demasiado guion. Simplemente siendo sinceros en muchos casos.
"No te están examinando para ver si eres un mentiroso", dice Wilding.
Y prepara tu historia
Wilding dice que es útil estructurar tu respuesta a la pregunta de forma que destaque por qué eres la persona adecuada para el trabajo. En un post de su página web, la especialista en recursos humanos Phoebe Gavin recomienda idear un "tema que sirva de hilo conductor para tu historial laboral", ya sea "una pasión, una habilidad, una misión, una pregunta, un problema o un impacto". Tal vez tu tema sea la creación de un sentido de comunidad o ayudar a la gente a vivir de forma más ecológica o ser más productivo.
Una vez que tengas tu tema o temas, dice Gavin, úsalo para enmarcar tu experiencia laboral: por qué aceptaste un puesto concreto, qué lograste y qué buscabas cuando lo dejaste. Cuando llegues al presente, Gavin aconseja, "explica cómo tu tema te entusiasma en el puesto y te hace encajar en él".