"Cobro el triple que mi pareja, pero si no fuese por él, que tiene una nómina desde hace casi dos años, no me darían la hipoteca", afirma María (nombre ficticio). Como ella, los más de 3,3 millones de españoles que cotizan bajo el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), se ven en apuros a la hora de comprar una vivienda.
Este colectivo, además de soportar más gestiones administrativas que los trabajadores por cuenta ajena, como son las declaraciones trimestrales o la elaboración y cobro de facturas, y de tener que pagar una cuota mínima de 289 euros al mes, pudiendo llegar a los 1.245,45 euros, para poder ejercer su actividad, es también uno de los más perjudicados en situaciones de debilidad económica, como es el caso de la crisis derivada por la pandemia. Sin embargo, son los ciudadanos que más complicaciones encuentran a la hora de acceder a la financiación.
El poder adquirir una vivienda, por muchos ingresos que se tengan, se vuelve una ardua tarea para quienes no cuentan con un trabajo indefinido. "Ser autónomo te convierte en un ser repudiado por los bancos, por mucho que en un principio al ver tus ingresos te digan que no habrá problemas", asegura María. "No importa que se tengan ahorros suficientes para aportar el 20% del coste del inmueble más los gastos que conlleva este tipo de operaciones, ni que demuestres que tus ingresos llevan siendo estables durante años, si no cuentas con una nómina te ponen la etiqueta non grata", añade.
Una de las principales barreras de cara a aprobar los exámenes de las entidades financieras es el tener que demostrar que se tendrán ingresos suficientes para pagar las cuotas durante toda la vida de la hipoteca, un periodo de tiempo que, presumiblemente, no será corto. Es cierto que contar con un trabajo fijo indefinido en el momento de la firma no quiere decir que se vaya a tener durante los siguientes 29 años, pero si es suficiente para obtener un aprobado del departamento de control de riesgos, sobre todo si el contrato tiene una antigüedad de, al menos, dos años.
Además, a la hora de acceder a mejores condiciones muchas entidades exigen vincular la nómina. Y aunque también es cierto que cada vez es más frecuente poder modificar este requisito por un ingreso mínimo al mes, muchas ofertas no lo permiten. En este sentido, y en un momento en el que, a raíz de los tipos bajos, las comisiones y costes por tener una cuenta corriente han aumentado, las cuentas nóminas suelen ofrecer mejores condiciones y complementos adicionales, como tarjetas gratis, que otras alternativas.
No solo hay dificultades para comprar vivienda
Pero el acceso a la vivienda no solo es una pista cuesta arriba para los autónomos en el caso de querer comprar, el alquiler también entraña dificultades. Muchos propietarios y agencias inmobiliarias exigen la presentación de las dos últimas nóminas, incluso en algunos casos hasta las seis últimas, y aunque no se trata de un requisito legal para poder acceder al alquiler, en la práctica resta puntos frente a otros inquilinos, y por mucho que se presenten las últimas declaraciones anuales de Hacienda, para muchos autónomos la competición se vuelve una batalla perdida de antemano.
Y todo lo anterior, sin olvidar, los préstamos individuales o la financiación de sus propios negocios. A pesar de contar con productos pensados específicamente para ellos, acceder a préstamos vinculados a su propia actividad tampoco es tarea sencilla, ni tan siquiera con los créditos ICO, dotados de dinero público, ya que son los propios departamentos de riesgos de las entidades financieras los que analizan las solitudes. Por ello, es recurrente tener que acudir a vehículos como las Sociedades de Garantía Recíproca, pensadas para apoyar a los empresarios, autónomos y emprendedores, a la hora de acceder a financiación.
En todo caso, se sea o no autónomo, siempre es conveniente contar con asesoramiento profesional, pero sobre todo si se trabaja por cuenta propia, ya que las gestiones y trámites se complican. En Finect facilita el asesor financiero que mejor se adapta a cada perfil y necesidades personales.