Sus ojos no le engañan, los helados son más pequeños: la clave está en la 'reduflación'

Si un millennial o alguien de una generación mayor acude a su escuela de primaria se dará cuenta que todo es más pequeño, desde el pupitre a las escaleras. La explicación es lógica, el visitante treintañero ha crecido mucho desde su etapa escolar. Algo similar pasa con los helados (u otros productos como las patatas fritas o el lavavajillas). Pero, en esta ocasión, no ha cambiado de tamaño el ser humano.

No es el único que lo ha notado y sus ojos no le engañan. Los helados, las tabletas de chocolate, los productos de limpieza o los paquetes de patatas fritas y otros snacks han reducido su tamaño, pero (en ocasiones) no su precio. Es lo que el mundo anglosajón ha bautizado como shrinkflation, que se puede traducir como reduflación, una mezcla de reducción con inflación.

El medio BBC ha profundizado en esta realidad y ha analizado durante los últimos cuatro años 19 productos de distintos fabricantes y descubrió que 18 de ellos habían sufrido reducciones en su presentación. En este sentido, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes de México (ANPEC), explica al medio británico que esta tendencia afecta a los productos de alto consumo como son panes, snacks, frituras, cereales, aceites, atún, aceitunas, suavizantes de tela, detergentes o refrescos.

Un ejemplo paradigmático, además de los helados, es que las bolsas de snacks vienen con más aire que patatas. "Un reclamo de muchos consumidores es que las bolsitas de las frituras ahora traen más aire que producto", afirma Rivera. No obstante, hay otros casos famosos como el del Toblerone, recoge la BBC, que tiene espacios más amplios en sus característicos triángulos en la tabla de 150 gramos que se venden en Reino Unido. Asimismo, Nestlé, ha asegurado al medio que en ocasiones redujo el peso de sus productos para disminuir las calorías o para equiparar el proceso de producción en distintos países.

Por qué se produce esta reducción del tamaño

La reducción del tamaño de este tipo de productos se explica por dos razones: porque las marcas quieren bajar los precios del producto para que llegue a más gente y, por tanto, disminuyen la cantidad o porque su intención es bajar la carga calórica. Por ello, independientemente de si se trata por cualquiera de las dos razones, los fabricantes aseguran que ofrecen a los consumidores el mismo valor por su dinero.

Sin embargo, la evaluación que hizo la BBC detectó que 4 de los 19 productos analizados registraron reducciones de precio por 100 gramos, mientras otros aumentaron de forma marcada. Además, el análisis demostró que 9 de los 19 productos redujeron su precio aunque esto no siempre fue proporcional a las reducciones de contenido.

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