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No todo es caña o tinto de verano: cómo elegir y disfrutar un vino en verano

  • Hay que tener en cuenta la acidez o la graduación alcohólica
  • Se deben tomar (incluido el vino tino) a una temperatura más baja
  • Otra opción es combinar el vino en un cóctel con mezclas refrescantes
No todo es caña o tinto de verano: cómo elegir y disfrutar un vino en verano
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Arranca el buen tiempo y con él, el ocio se intensifica. Apetecen los planes al aire libre, las comidas ligeras y las bebidas más refrescantes. La cerveza (bien fría) es la reina de estas ocasiones, sin embargo, un vino bien elegido (incluidos los tintos) puede ser una opción igual de refrescante. La Interprofesional del Vino de España (OIVE) comparte varios tips generales para tener en cuenta a la hora de elegir un vino en verano:

1. Optar por vinos ligeros

No pensemos solo en blanco o rosado, los espumosos o los tintos jóvenes también pueden ser un gran acierto cuando las temperaturas son altas, además acompañan a la perfección con comidas ligeras como las ensaladas, los pescados y la comida asiática.

En general, los vinos blancos proporcionan mayor sensación de frescor mientras que la burbuja de los vinos espumosos, gracias a la sensación chispeante que guardan, hacen que sean los más refrescantes.

Los rosados, incluso en su versión vino espumoso, podríamos decir que resaltan por su versatilidad y se adaptan a la perfección tanto a platos contundentes como pasta o arroces, sabores más exóticos como la comida asiática e incluso también funcionan con carnes de caza. Es perfecto para aperitivos con fiambres o conservas.

Los tintos, si son nuestra elección para el verano, lo mejor es que nos decantemos por aquellos que sean más ligeros y afrutados, sobre todo teniendo en cuenta que solemos consumirlos con platos ligeros y en momentos al aire libre. Para poder servirlos a temperaturas más frescas de lo normal, los mejores son los vinos jóvenes, con ninguno o pocos meses en barrica.

2. Tener en cuenta la acidez del vino

La acidez de los vinos varía dependiendo de la zona y la variedad de uva. No hay que olvidar que ésta será el sostén del maridaje que elijamos de ahí que sea un factor tan importante a la hora de elegir el vino y el menú. Como referencia, podemos tener en cuenta que los vinos que proceden de viñedos de mucha altura tendrán más acidez dado que en esos climas las vides tienen menos azúcar, y maduran muy lentamente.

3. Elegir vinos con menos alcohol

Cuanto más alcohol, más deshidratación por eso en verano es mejor optar por vinos con menos gradación que no resulten pesados ni densos. Por supuesto, estas indicaciones son en los momentos típicos de verano (véase terrazas, chiringuitos, barbacoas…) Si estás en casa fresquito o en un restaurante bien climatizado, el abanico se abre a todos los estilos.

4. Disfrutar de un vino a temperatura un poco más fría

Debemos asegurarnos de que los vinos se conservan a baja temperatura de manera constante. En el caso de los vinos en verano si "pecan" de un poco más fríos no hay problema, ya que la temperatura estival nos lo subirá en cuestión de minutos. Lo ideal para los vinos blancos es entre 7-10º, los rosados entre 8-12º y los tintos 16-18º.

No solo existe la sangría o el tinto de verano

El vino es una de las bebidas base de algunos de los cócteles más nuestros como la sangría y el tinto de verano, pero hay mucho más. En los cursos de formación que está desarrollando la Interprofesional del Vino de España (OIVE) se proponen también recetas de cocteles con vino. Un ejemplo es el Ginger Wine, que tiene la siguiente receta: 10 cl de Vino Blanco Verdejo, 15 cl de Ginger Ale, refresco de jengibre y 1.5 cl de jarabe de fresas o granadina Se prepara directamente en vaso y se decora con una ramita de albahaca/romero

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