
Las bolsas mundiales se resisten a caer, y los datos así lo muestran. El MSCI World, uno de los grandes índices de referencia que reúne a las grandes cotizadas de los países desarrollados, renovaba ayer sus máximos históricos gracias al respaldo de Wall Street –Estados Unidos es el país que más pesa–. También se mueve en niveles récord el MSCI All Country, donde se integran al mismo tiempo los mercados emergentes. Desde que comenzó el año, el primero escala en un 12% y el segundo suma un 13,6%.
Los nuevos máximos llegan en un momento de volatilidad muy baja. Tanto que el Vix cayó este miércoles hasta un nivel no visto desde febrero, en torno a 14,5 puntos.
Las últimas subidas se han apoyando, en parte, en los datos macro. La jornada del martes estuvo condicionada por la actualización del IPC en Estados Unidos, dato que transmitió un mensaje esperanzador a los inversores que temían un repunte en los precios. Sin embargo, el mantenimiento de dicha cifra en el 2,7% sentó bien tanto a Wall Street como al resto del mundo y los inversores han continuado las compras en la renta variable en las dos últimas sesiones.

Al tiempo, los inversores de todo el mundo están pendientes de si hay novedades en la guerra comercial motivada por los aranceles del presidente del gobierno de Estados Unidos, Donald Trump, quien este martes también anunció un nuevo acuerdo por el cual China y Estados Unidos prolongarán durante 90 días la suspensión de parte de los aranceles impuestos mutuamente.
Los mercados también están pendientes de la reunión de Donald Trump y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Alaska el próximo viernes.
"Las bolsas se encuentran en máximos históricos apoyadas en buenos resultados empresariales, entusiasmo por la IA, proximidad de recortes de tipos de la Fed [los datos de IPC le permiten retomar la senda de rebajas en septiembre] y relajación en las tensiones comerciales. Tras este rally, los ratios de valoración son exigentes, haciendo necesario nuevos catalizadores para seguir avanzando", opina en el equipo de análisis de Bankinter.
El rebote de agosto
Aunque las alzas se han impuesto en las bolsas, el mes de agosto no empezó con buen pie. La publicación de la tasa de desempleo en Estados Unidos el pasado viernes, 1 de agosto, devolvió cierto nerviosismo a los inversores en unas fechas en las que la liquidez se reduce notablemente. Sin embargo, desde la publicación de los datos de empleo estadounidense a principios de mes, el MSCI World recupera más de un 3% y lleva cinco días de alzas consecutivos.
Aunque no es la única, la bolsa americana es una de las que más está empujando a los índices globales. El Nasdaq 100 ha marcado otro récord por encima de los 23.800 puntos y en lo que va de año, el Nasdaq 100 acumula un avance de casi un 13,5%, impulsado por los buenos resultados de las tecnológicas. Más allá de las blue chips, la subida más destacada del año es la de Palantir, que aumenta un 145% su capitalización bursátil. El S&P 500 estaba algo más rezagado, pero esta semana también cotiza en máximos históricos y este miércoles ya sumaba un 10% de revalorización anual, hasta rondar los 6.460 puntos.
No obstante, no es Wall Street lo que sobresale este año. El EuroStoxx 50 empata al S&P 500 e incrementa un 10% en lo que va de año alcanzando las 5.388 unidades, pero en Europa hay índices con mayores ganancias. El Ibex 35 destaca con un aumento del 29,5%. El Dax alemán escala un 21,5%, hasta los 24.185 puntos, y el Cac francés, un 5,75% hasta los 7.804.
Al otro lado del pacífico, la bolsa en Japón no se queda atrás. El Nikkei alcanzó el pasado martes un máximo histórico, que repitió el miércoles, al superar los 43.000 puntos.
Siguiendo con el mercado asiático, el Shanghai Shenzhen CSI 300 también se mueve en máximos del año aunque en su caso no históricos; el índice ha aumentado un 6%. El MSCI de países emergentes, del que forma parte China, sí que está próximo a máximos históricos. En el último año ha subido un 16,9%, y el apetito por los emergentes continúa tal y como mostraba la última encuesta de gestores de BofA.