
Abengoa avanza en la reestructuración de su deuda con la aprobación ayer a su plan por parte de los tenedores de bonos que suman más de 1.600 millones de euros. Se trata de un paso clave, pero al que deben dar continuidad en los próximos días el resto de acreedores y los accionistas. El mayor obstáculo se encuentra en aquellas firmas que ya impugnaron la refinanciación de 2017 y al que el juez les dio la razón. El domingo 31 se perfila como el día decisivo.
La reestructuración de Abengoa afecta a cerca de 3.000 millones de deuda. Las asambleas de los cinco tramos de bonos antiguos (tres en euros y dos en dólares) autorizaron el martes la emisión de convertibles con un plazo más amplio. La suma de estos bonos representa más del 50 por ciento de la deuda que será refinanciada y pertenecen, según el caso, al Senior Old Money (SOM), el Junior Old Money (JOM) y el New Money 2 (NM2). En estos tramos, sin embargo, hay más acreedores que aún deben dar su visto bueno para que el plan de la ingeniería tenga finalmente éxito.
Las mayorías necesarias para la aprobación de la reestructuración alcanzan el 100% en el caso del NM2 y del New Bonding (NB), que está conformado por las entidades que dispusieron en 2017 una línea de avales de más de 322 millones de euros para que el grupo que preside Gonzalo Urquijo pudiera reactivar la contratación. Mientras, en el caso del SOM y del JOM, el porcentaje requerido es del 66,66%. De los cuatro, este último es el que entraña más dificultades, pero fuentes del mercado conocedoras del proceso confían en que se consiga.
Como punto de partida, Abengoa reveló la semana pasada los porcentajes que obtuvo para el contrato de bloqueo (lock up) en febrero. Así, logró el respaldo del 92% del NM2 y del 79% del SOM, superando así el 66,6 por ciento necesario para ese proceso. En el caso del JOM, se adhirió el 11%, aunque en este tramo no era necesario adherirse para que el acuerdo saliera adelante.
Al margen de esto, el obstáculo más complejo es el que representan los acreedores que ya impugnaron el acuerdo de refinanciación de hace dos años. La compañía necesita el respaldo de todos ellos. Para ello, les ha ofrecido condiciones similares a los del SOM, que son más favorables, según explican fuentes conocedoras. Islamic Corporation for the Insurance of Investment and Export Credit (ICIEC), Haitong y Portland General Electric han aceptado los términos de la reestructuración y con ello a reclamar por sus deudas, de acuerdo con las fuentes consultadas. Abengoa sigue negociando con otros, entre los que sobresalen Zurich y US Exim.
El plazo para rubricar las adhesiones suficientes se ha ampliado hasta el 31 de marzo. Antes se celebrará una junta extraordinaria de accionistas en la que deben autorizar la conversión de deuda y un nuevo plan de remuneraciones para los gestores, entre otras cuestiones. En esta ocasión, no es necesario un quorum mínimo y todo apunta a que recibirá el apoyo suficiente de la asamblea, que tendrá lugar mañana, 28 de marzo.
De conseguir el respaldo exigido por todas las partes, Abengoa acometerá las emisiones de convertibles a lo largo del mes de abril. Hará falta, también, un último paso: la homologación judicial del acuerdo.
Liquidez y avales para Abengoa
Con la reestructuración Abengoa quiere blindar su viabilidad futura. Las líneas maestras del plan discurren porque la deuda financiera será obligatoriamente convertible dentro de 10 años, de manera que los bonistas que ostentan la deuda senior (unos 1.600 millones de euros) y la junior (unos 1.200 millones) tomarán hasta el 78% del capital de Abenewco1, controlada hasta ahora al 100% por Abengoa. Además, la compañía obtendrá 97 millones de liquidez del Santander a través de una emisión de bonos contra el A3T, la planta de cogeneración de México.
Asimismo, las entidades financieras, con Santander, Bankia y Crédit Agricole a la cabeza, han dispuesto de una nueva línea de avales por 140 millones. Un grupo de bancos y fondos tomarán ya el 22% de Abenewco1.