
El ruido procedente de los vecinos o del exterior es un problema para casi el 22% de los hogares en España, el dato más elevado desde 2009 (22,4%), según la encuesta del INE sobre Condiciones de Vida de 2020. Hay lugares, como Ceuta (34,1%), Región de Murcia (33,6%), Canarias (30,4%) o Melilla (30%), donde este problema afecta a más del 30% del total de la población. La llegada de los fondos europeos para la rehabilitación de edificios supone una oportunidad para mejorar las viviendas.
En este contexto, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA) y la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso (ATEDY) hacen un llamamiento a las autoridades a distinta escala para que tomen medidas para abordar el reto del aislamiento acústico de las viviendas en España, y lograr así que las prestaciones acústicas dejen de ser las "grandes olvidadas" en los planes de rehabilitación.
Dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que corresponde a la transición verde, se han asignado más de 6.330 millones de euros (el 7,9% del total) a la renovación del parque edificado. Sin embargo, el actual Código Técnico (Documento básico de protección frente al ruido DB-HR), que data de 2009, no exige mejoras en materia de aislamiento acústico a la hora de rehabilitar una vivienda.
Es más, tal y como destacan desde ambas asociaciones, "de la forma en la que actualmente está redactada la normativa, un rehabilitador podría reducir el nivel de aislamiento contra el ruido si de esta forma se mejorase la protección contra el frío y el calor, obviando de este modo una de las principales asignaturas pendientes para el parque edificado en nuestro país".
Más allá de las mejoras en el Código Técnico, que desde ambas asociaciones consideran "muy necesarias", destacan que también existen otras medidas que pueden llevarse a cabo a nivel autonómico o local para fomentar los avances en el aislamiento frente al ruido a la hora de reformar una vivienda. Entre las propuestas de AFELMA y ATEDY está situar el estándar de aislamiento acústico a ruido aéreo en un mínimo de 54 dBA entre cualquier recinto de una unidad de uso diferente, actualmente se encuentra en 50 dBA, lo que colocaría a España al mismo nivel de países como Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia o Noruega, que ya exigen ese nivel de protección frente al ruido o superior.
Además, recomiendan condicionar la entrega de la cédula de habitabilidad a la comprobación previa del cumplimiento de la normativa acústica por medio de mediciones in situ.
Facilitar herramientas informativas al usuario que le permitan elegir las condiciones de habitabilidad de la vivienda en la que va a habitar o desarrollar su trabajo, señalando no sólo las características de ahorro energético o de protección contra el fuego, sino también las medidas que se hayan adoptado para aislar la vivienda frente al ruido es otra de las propuestas que hacen desde dichas asociaciones.
También consideran necesario fomentar el compromiso de los profesionales para que utilicen soluciones constructivas con altas prestaciones acústicas, que mejoren el aislamiento con el objetivo de aportar mayor confort a las viviendas. Además, buscan establecer que toda actuación de rehabilitación tiene que mejorar la vivienda en su conjunto y guiarse por el criterio de no empeoramiento de las condiciones acústicas.
La contaminación acústica tiene un impacto cuantificable en la salud, "es, por tanto, fundamental que no se desaproveche la oportunidad que presentan las ayudas europeas a la rehabilitación para mejorar en este capítulo, porque si no, tendremos que esperar mucho tiempo para volver a tener una oportunidad como esta", señala Yago Masso, secretario general de ATEDY.
Menor coste en la obra nueva
A la hora de solucionar los problemas de acústica de las viviendas, las alternativas varían en función de si se trata de obra nueva o un proyecto de rehabilitación. En la obra nueva las mejoras se pueden realizar en proyecto, sin que supongan un coste adicional. Por su parte, en el caso de los edificios existentes, la mayoría presentan "deficiencias acústicas", tal y como indican desde ambas asociaciones, por lo que consideran que "la única solución posible sería la de rehabilitar el edificio cuyo coste es muy superior al coste de aislar dicho edificio en el momento de su construcción".
"Actualmente en la mayoría de las comunidades autónomas, los promotores y rehabilitadores no cuentan con ningún incentivo para garantizar el aislamiento adecuado frente al ruido. Responder a este reto es fundamental porque ya se ha abierto el plazo para solicitar subvenciones para la rehabilitación y si no se actúa rápido se perderá una oportunidad única en nuestras vidas para dejar de ser uno de los países que más padece el ruido en nuestras viviendas", expone Mónica Herranz, secretaria general de Afelma.