
La vivienda se ha convertido en una de las grandes preocupaciones en Valencia, la tercera mayor ciudad de España, que no deja de ver como la demanda de casas nuevas se sitúa en mínimos mientras los precios del alquiler y la compra se disparan. El último informe trimestral de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universidad Politécnica de Valencia del segundo trimestre de 2025.
El estudio del mercado inmobiliario revela que en toda Valencia solo 15 viviendas de protección pública se encontraban en venta activa en el pasado trimestre, una cifra completamente ridícula para una urbe como la capital valenciana, que represente el 0,0036% del parque total de viviendas de la ciudad.
Según el análisis de la Cátedra, "más allá de lo simbólico, muestra el desmantelamiento funcional de la política pública de acceso a la vivienda". El estudio del organismo universitario considera que "la VPP ha dejado de existir como opción estratégica para los hogares con ingresos medios y bajos. Y mientras tanto, en suelos ya planeados como Benimaclet, se cuestiona incluso la edificabilidad consensuada, ignorando que rebajarla es condenar a la juventud a seguir expulsada de la ciudad."
El nuevo informe vuelve a constatar la falta de oferta de obra nueva frente a la elevada demanda debido a que la población de la capital valenciana ha crecido en cerca de 20.000 personas en el último año. Entre marzo y junio apenas se registraron 91 viviendas plurifamiliares de obra nueva disponibles para su venta. "En una capital con más de 800.000 habitantes y 415.000 viviendas construidas, esta cifra no es baja: es estadísticamente irrelevante, urbanísticamente alarmante y socialmente inaceptable. Lo verdaderamente grave no es que no podamos medir el mercado con rigor; es que ya no hay mercado que medir", advierte Fernando Cos-Gayón López, director de la Cátedra.
"La oferta de vivienda nueva a la venta representa menos del 0,02% del parque residencial. Desde una perspectiva técnica, no permite generar indicadores robustos. Desde una perspectiva social, revela que ya no hay condiciones para producir vivienda. La oferta ha colapsado. Y el mercado no se modera: enloquece", advierte el profesor universitario.
'Chabolismo' y alquiler turístico
Para el catedrático las consecuencias ya se están viendo en los aspectos sociales y Valencia presenta cerca de 40 asentamientos informales identificados con "familias que viven en chabolas, caravanas o infraviviendas, con más de 200 menores sin condiciones básicas".
El estudio también analiza el mercado del alquiler continúa su escalada, con el precio medio supera ya los 1.900 euros al mes en la ciudad de Valencia. El Observatorio constata que tanto el alquiler tradicional como el turístico crecen, lo que asegura que "desmiente la narrativa oficial" que culpa al alza del turístico de todos los problemas. Así, el número de testigos de alquiler tradicional ha pasado de 1.724 a 1.917 en un solo trimestre, y los de corta estancia han crecido de 605 a 1.278, según el documento. Para Cos-Gayón ante esta situación "culpar al turismo es una coartada, no una estrategia".
"Lo que se retrae es la oferta, desplazada por la inseguridad jurídica, la rigidez regulatoria y el miedo a la "okupación". La Ley 12/2023 ha producido efectos contrarios a los deseados, expulsando a pequeños propietarios del mercado y agravando el problema que decía venir a resolver", señala el experto. "La situación ya no es una crisis de acceso. Es una emergencia habitacional estructural, con alto riesgo de derivar en un conflicto social. Y lo más preocupante es que nadie puede decir que no lo sabía", ratifica.