Muchos expertos recomiendan no dedicar más del 30% de nuestros ingresos a pagar la casa, ya sea de alquiler o para la hipoteca, un baremo que parece difícil de asumir. De hecho, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) una de cada tres capitales de provincia se presenta como inasumible para los jóvenes que buscan vivienda, dado que tendrían que destinar un porcentaje mucho mayor de su salario, teniendo que reducir otras partidas como la cesta de la compra o el transporte.
La situación es insostenible
Para que nos acepten una hipoteca tendremos que tener ahorrado alrededor del 20% del importe total de la casa que vayamos a comprar, dado que los bancos suelen financiar el 80% del precio. A esto le tenemos que sumar impuestos y otros gastos, como los de notaría, un monto inasumible para una pareja trabajadora de entre 32 y 34 años, que para comprar un piso de segunda mano y 70 metros cuadrados en la capital tendrían que tener ahorrados unos 83.000 euros.
Así se desprende del informe de la OCU, que sitúa a Madrid, San Sebastián y Barcelona como las ciudades con los precios de compra más altos. Y es que un piso "normalito" de 70 metros cuadrados cuesta, de media, 312.000 euros; 308.000 en San Sebastián y 282.000 en Barcelona.
Continuando con el ejemplo de Madrid, vemos que la cuota hipotecaria se llevaría el 42% de los ingresos de una pareja joven, porcentaje considerablemente por encima del recomendado. Teniendo en cuenta que en la Comunidad de Madrid la renta media por hogar es de casi 45.000 euros, habría que dedicar 7,4 años de salario neto a la compra de una vivienda.
Desequilibrio entre precios y sueldos
Todo esto viene provocado en gran medida por el hecho de que la vivienda haya subido un 32% en los últimos diez años, mientras que los salarios apenas lo han hecho un 3,4% según Infojobs. Si a esto le sumamos la tendencia inflacionista, nos encontramos con un escenario desolador para los jóvenes españoles, condenados a vivir de alquiler o con sus padres hasta bien entrada la madurez.
Es más, el 66% de las personas de entre 18 y 34 años todavía vive con sus padres, 16 puntos por encima de la media de la Unión Europea. Desde la OCU atañen este comportamiento a dos factores clave:
- El fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda. La primera, escasa, y la segunda, desbordada. En algunas zonas es importante también mencionar la presión que ejercen los compradores extranjeros con alto poder adquisitivo, que empujan los precios al alza.
- El temor de los arrendadores a enfrentar impagos retrae la oferta de alquiler. Muchos propietarios no arrendan su vivienda por miedo a que el inquilino deje de pagar, optando en muchas ocasiones por el alquiler turístico, que les otorga mayores beneficios.
Y el alquiler no va mejor
Refiriéndose precisamente al alquiler, la OCU advierte que la situación no es mucho mejor. En Madrid el alquiler medio se aproxima a los 1.450 euros, superado solo por Barcelona con 1.600. A grandes rasgos, en nuestro país hay 16 capitales donde el esfuerzo de pagar un alquiler supone más del 30% de los ingresos, aún peor que la compra.