
Nuevo hito en el próximo barrio de lujo de Alcorcón. El ayuntamiento de la localidad madrileña ha aprobado el Plan Especial de Infraestructuras (PEI) de Conexiones Exteriores del desarrollo urbanístico de Retama de la Huerta, que está llamado a convertirse en el nuevo foco de vivienda premium de Madrid con una tipología de vivienda similar a la de Boadilla o Majadahonda.
El proyecto contempla la reorganización de los accesos y la mejora de la red viaria, optimizando tanto su diseño como su capacidad de gestión del tráfico. La inversión prevista para su ejecución asciende a 14 millones de euros, financiada por promotores privados, mientras que el mantenimiento de las infraestructuras recaerá en las administraciones públicas. "Este modelo garantiza la viabilidad económica del proyecto y su coherencia con el crecimiento urbanístico planificado para la ciudad y su entorno territorial", explican desde la Junta de Compensación de Retamar.
El ámbito de actuación del proyecto, que inyectará algo más de 3.500 viviendas de obra nueva, abarca un total de 90.000 m2, incluyendo la red viaria existente y las nuevas ampliaciones, que representarán aproximadamente 25.000 m2 adicionales.
La tramitación de este plan comenzó en 2020 con el objetivo de mejorar la movilidad y los servicios urbanos en este nuevo barrio necesarios para equilibrar los cambios sobrevenidos desde la aprobación del desarrollo en 2012. Esta aprobación supone un paso fundamental para la puesta en marcha de Retamar con una adecuada planificación, un desarrollo que contempla la construcción de 3.500 nuevas viviendas.
Mejoras en accesos y servicios urbanos
Las actuaciones contempladas en el proyecto incluyen la reordenación de la M-506 y su enlace con la M-50. Para ello, se soterrará un tramo de la M-506 bajo una nueva glorieta, mejorando la fluidez del tráfico y ampliando la M-506 de dos a tres carriles por sentido. Además, se habilitarán nuevas vías de servicio y accesos con el fin de reducir las conexiones directas.
Otra de las actuaciones clave será la construcción de una pasarela peatonal sobre la M-50, facilitando la movilidad segura de los vecinos en una zona actualmente inaccesible para peatones. "Todas las obras se ejecutarán por fases para garantizar una mínima afectación al tráfico en la zona", apuntan.
En el ámbito de las infraestructuras de servicios, se ha proyectado una banda de infraestructuras soterradas paralela a la M-50, que incluirá las conexiones exteriores de abastecimiento y saneamiento del sector, una red de agua regenerada de más de 780 metros y la modernización del sistema eléctrico.
Este último incluirá la instalación de dos nuevos centros de distribución eléctrica en la zona y la nueva subestación de Trigales en el ámbito del parque comercial, que servirá como nuevo punto de conexión a la red eléctrica, todo ello costeado en gran parte por Retamar.
¿Cuándo se construirán las viviendas?
Retamar de la Huerta se trata de un barrio totalmente residencial de baja densidad, ya que se proyectan muchos inmuebles de dos plantas más ático y con un alto grado de zonas verdes, así como unifamiliares. Concretamente contará con 306.133 m2 de zonas verdes, según los datos que maneja Atlas Real Estate, que estima que el ámbito cuenta con un 32% de vivienda protegida.
Si se cumplen los plazos previstos, las primeras construcciones arrancar previsiblemente en 2026 y se entregar las llaves de las primeras viviendas en 2028.
Este avance en la tramitación del PEI se suma al acuerdo alcanzado el pasado mes de julio entre el Ayuntamiento de Alcorcón y la Junta de Compensación de Retamar, que prevé la ejecución del 60 % de las viviendas del desarrollo garantizando los servicios necesarios para estas. Gracias a este acuerdo, se podrá agilizar los trámites para adelantar la construcción de gran parte de las 3.500 viviendas proyectadas para este nuevo barrio.
El convenio establece las condiciones necesarias para el inicio de la edificación, en paralelo con las obras de urbanización interiores y exteriores del ámbito. La ejecución se dividirá en dos fases. La primera comprenderá las obras de urbanización interior del área, junto con las obras correspondientes a uno de los dos accesos (Sur o Este) y las infraestructuras exteriores definitivas que le den soporte. La segunda fase incluirá las obras del segundo acceso y la implementación de la solución definitiva de saneamiento, conforme a los convenios firmados entre las administraciones.