Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los potenciales compradores de vivienda es reunir la cantidad necesaria para pagar lo que comúnmente se llama "entrada" del piso; es decir, el dinero que las personas aportan de sus ahorros cuando adquieren un inmueble con financiación bancaria. La cantidad depende de muchos factores como el precio de la vivienda, los ingresos de cada persona o su capacidad de ahorro. Por lo general, los bancos financian el 80% del activo, por lo que hay que abonar el 20% restante más los gastos asociados a la compraventa (impuestos, notaría y registro).
Así las cosas, la gran pregunta que se hacen los compradores es: ¿cuánto tiempo tengo que ahorrar para pagar la entrada de un piso? Un reciente informe elaborado por EAE Business School en el que se analiza el esfuerzo financiero para comprar una casa desde 1993 hasta 2023 concluye que los millennials (nacidos entre 1981 y 1997) necesitan ahorrar 3,6 años de salario íntegro para pagar la entrada de un inmueble. La cifra contrasta con los 2,6 años de salario que se requerían hace tres décadas. "El esfuerzo financiero ha crecido de forma significativa", dice el texto. El resultado supone los millennials necesitan un 36,7% más de tiempo que sus padres (la generación boomer, nacida entre 1945 y 1964).
La escuela de negocios detalla que los precios de compraventa son ahora mucho más altos que antes, en relación con los salarios, de lo que eran en la minicrisis inmobiliaria de 1993. En aquel momento, para comprar un piso medio de 80 m2 solamente se necesitaban 8 años de salario, mientras que en estos momentos se necesitan 11. Sin embargo, debido a los menores tipos de interés, este esfuerzo no se ve reflejado en las cuotas hipotecarias, que aún son más bajas de lo que eran entonces, en comparación con los ingresos. Lo que sí representa una mayor barrera de entrada ahora, respecto a hace 30 años, es el importe necesario para la entrada de la vivienda.
"Aunque las hipotecas actuales son más accesibles gracias a los bajos tipos de interés, la dificultad para reunir el capital inicial se ha convertido en la barrera principal para las generaciones más jóvenes. Esto evidencia la necesidad de implementar políticas y estrategias que favorezcan el ahorro y el acceso a la vivienda", destaca Javier Fernández-Pacheco Mazarro, coautor del informe y profesor de EAE Business School.
Un mercado "desigual"
El informe también revela una clara diferencia entre mercados. Por ejemplo, en provincias como Islas Baleares, el precio del metro cuadrado de la vivienda alcanzó los 3.354 euros en 2023, frente a los 675 euros de Ciudad Real, la zona más asequible. Otras ciudades con precios muy altos por metro cuadrado son Madrid (4118 euros) y Barcelona (4.131euros).
En el caso de la capital catalana, el precio de una vivienda de 80 m2 alcanzó en 2023 los 330.480 euros, lo que supone un incremento del 231% respecto a 1993. Sin embargo, 2008 se mantuvo como el año más caro, con un precio de 361.040 euros. Además, el mejor año para adquirir o alquilar en la capital catalana fue el 1998, cuando las relaciones cuota/salario y alquiler/salario se situaron en el 63,19% y 43,31%, respectivamente.
Respecto a Madrid, el precio de un piso de 80 metros cuadrados, en 2023, era de 329.440 euros, un 235,66% más que en 1999. Asimismo, el estudio de EAE detalla que los precios del alquiler en Madrid también reflejaron una tendencia al alza, pasando de 11,30 euros/m² en 2013 a 16,40 euros/m2 en 2023.
En cuanto al mercado del alquiler, el informe destaca que los precios han experimentado un incremento del 233% desde 1993, pero sigue siendo más accesible que la compra, con un esfuerzo financiero menor. Así, en 2023 destinar el 64,29% de los ingresos al pago del alquiler fue más asumible que el 80,49% requerido para las cuotas hipotecarias.
A pesar de ello, los expertos de EAE aseguran que el acceso a la vivienda, ya sea en propiedad o alquiler, continúa siendo uno de los grandes retos sociales y financieros para los jóvenes, resaltando la necesidad de implementar políticas públicas que faciliten el acceso a la vivienda.