
El mercado del alquiler lleva meses experimentado una profunda transformación. Los cambios legislativos aprobados por el Gobierno (ley de vivienda o moratoria de los desahucios), el alza de precios (en niveles nunca vistos) y el contexto económico (tipos de interés altos y elevada inflación) han modificado el mercado, tanto por el lado de los propietarios como de los inquilinos. En cuanto a la modalidad de alquiler, en el último año se ha producido un importante trasvase de pisos procedentes del alquiler permanente al de habitaciones, un tipo de arrendamiento que permiten esquivar varias medidas que incluye la ley de vivienda como el control de precios.
"Encontramos a algunos propietarios que una vez resueltos los contratos de alquiler de sus viviendas se han decidido a arrendarlas por habitaciones, cambiando su modelo de gestión pero salvando muchas de las limitaciones que impone la ley de vivienda al alquiler permanente", explica Francisco Iñareta, portavoz del portal inmobiliario idealista. Además de los cambios regulatorios, el experto apunta a una segunda causa que explica el 'boom' de los pisos compartidos: las familias alquilan estancias de sus casas para conseguir un ingreso extra.
"Las importantes subidas que sufrió el euríbor durante 2023 provocaron que muchas familias hipotecadas a tipo variable sufrieran fuertes incrementos en sus cuotas mensuales, lo que les ha llevado a buscar fórmulas para poder hacerles frente. En estos casos, las familias han decidido alquilar las habitaciones de su propia vivienda que no ocupaban para obtener unos ingresos extra", concluye el experto.
Los últimos datos de idealista constatan que la oferta de habitaciones en alquiler creció un 42% anual en 2023. Lo hizo en prácticamente todas las provincias del país, salvo en cinco Bilbao (-9%), Palencia (-8%), Huesca (-7%) y Palma (-4%), mientras que en Las Palmas de Gran Canaria se mantuvo en el mismo nivel. El mayor incremento de oferta se produjo en Castellón de la Plana (377%), Albacete (231%) y Lleida (161%), mercados en los que la oferta de este tipo de habitaciones es tradicionalmente baja, por lo que cualquier alteración genera porcentajes muy elevados.
Entre los mercados más dinámicos, el mayor incremento fue en Alicante, donde el stock de habitaciones es un 86% más elevado que hace un año. Le siguen Valencia (81%), Sevilla (51%), San Sebastián (42%) y ya por debajo de la media nacional Barcelona (33%), Málaga (28%) y Madrid (27%).
Barcelona, la ciudad más cara
Barcelona es la ciudad más cara para vivir en un piso compartido, con 530 euros mensuales de media. Le siguen Madrid (480 euros), Palma (445 euros) y San Sebastián (425 euros). Además, en el entorno de los 400 euros se encuentran Santa Cruz de Tenerife, Pamplona, Vitoria, Girona, Valencia, Málaga y Bilbao. Por su parte, en Sevilla asciende a 370 euros, mientras que en Alicante está en 350 euros.
Palencia y Zamora son, en cambio, las ciudades más económicas para alquilar una habitación: ambas comparten un precio medio de 200 euros mensuales. Ciudad Real, con 215 euros, ocupa la tercera posición, seguida por Jaén y Cáceres con 225 euros.
Más interesados en alquilar
El impacto de la relevante subida de oferta se ha visto limitado por una demanda que ha seguido, en términos generales, creciendo en paralelo, lo que ha permitido que los precios siguieran creciendo. El número de personas interesadas en cada habitación se mantuvo estable a nivel nacional (con un mínimo decremento del 2%). La mayor subida se produjo en Zamora (270%), seguida por Ourense (152%), Ávila (119%) y Bilbao (118%).
Entre los grandes mercados, el número de personas interesadas por habitación creció con fuerza en Palma (63%), mientras que el aumento fue más moderado en Málaga (11%), Madrid (9%) y San Sebastián (2%). La mayor caída se produjo en Castellón de la Plana (-69%), seguida de Albacete (-34%), Almería (-33%), Pamplona (-33%) y Córdoba (-32%).
En cuanto a las zonas más demandadas, el informe constata que más del 50% de la oferta de habitaciones en alquiler se concentra en Madrid (25%), Barcelona (12%), Valencia (9%) y Sevilla (7%). La suma de las 30 capitales de provincia en las que menos habitaciones hay solo supondría el 14% del total del parque disponible.