
La construcción prefabricada se consolida en el mercado residencial español. Tanto, que la demanda de este tipo de viviendas podría crecer hasta un 20% en 2024, según las estimaciones de donpiso, que achaca esta 'fiebre' compradora a tres elementos: el menor impacto medioambiental de la construcción, el precio más económico de las casas y el ahorro en el consumo de energía.
"Las casas prefabricadas proliferaron especialmente desde la irrupción de la pandemia del coronavirus, y tienen previsiones de crecimiento entre el 15% y el 20% para este año", explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de la compañía. El proceso de construcción de este tipo de viviendas ofrece varias ventajas, entre las que destaca una mayor eficiencia en términos de tiempo y gastos, mayor control de calidad o menor desperdicio de materiales.
Además, estas casas también pueden ser más eficientes que con otras construcciones tradicionales. Ahora bien, esto depende de varios factores como el diseño, los materiales utilizados, las características específicas de la vivienda y el frabricante. Precisamente, desde donpiso señalan que la eficiencia energética marcará el rumbo del sector en los próximos meses. En este sentido, y según las previsiones sus estimaciones, el interés por la compra de este tipo de viviendas aumentará un 30% en España a lo largo del año.
Parque de viviendas envejecido
En materia de eficiencia y sostenibilidad residencial, España se encuentra ante un gran desafío para cumplir con los objetivos propuestos por Europa, ya que el 70% de su parque de viviendas necesita de una reforma o rehabilitación, tal y como muestran las cifras de donpiso relativas al año 2023. Esta necesidad, apuntan desde la inmobiliaria, nace de la propuesta de Directiva de Eficiencia Energética de Edificación de la Unión Europea (UE), que aspira a que, para el año 2030, todos los edificios tengan un nivel de eficiencia energética por encima de la letra E para poder salir al mercado.
Para Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, esta premisa supone "una presión extra para nuestro país, que cuenta con un parque de viviendas especialmente envejecido, razón por la que llevamos años reclamando una mayor inversión en nuestro parque inmobiliario en aras de combatir una problemática tan importante como es la eficiencia energética de nuestros edificios".
En este sentido, el experto recuerda que cada vez son más los ciudadanos que tienen en cuenta este factor a la hora de comprar una vivienda. Según datos de la compañía, seis de cada diez compradores valoran la eficiencia energética a la hora de comprar una vivienda.