Vivienda - Inmobiliario

La Junta de Andalucía gasta 57,7 millones en alquileres mientras tiene edificios en desuso

  • Prepara un plan de ahorro para reducir gastos heredados y optimizar patrimonio
  • En 2014 vendió 70 sedes que sigue usando por un alquiler de 35 millones al año
Carolina Espa?a, consejera de Hacienda.

La Junta de Andalucía gasta anualmente en alquileres de sedes administrativas 57,7 millones de euros. Y al mismo tiempo tiene inmuebles y solares ociosos, en desuso o incluso abandonados y casi en ruinas. La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha anunciado que se está elaborando un plan de eficiencia y ahorro para "reducir al máximo" el gasto actual. En los 57,7 millones sólo están incluidas las sedes administrativas, y quedan fuera otros apartados como las sedes judiciales, que también requieren alquileres elevados en muchos casos.

El grueso del gasto en alquileres procede de una operación realizada por el Gobierno andaluz en 2014 (María Jesús Montero era la consejera de Hacienda) por la que vendió a un fondo 70 inmuebles de su propiedad a cambio de 300 millones de euros, para seguir usándolos como inquilino por un alquiler que en 2023 supera los 35 millones de euros (comenzó por 23 millones anuales pero la cifra se va actualizando con el IPC).

"En 2034 habremos pagado algo más de 700 millones y no tenemos los inmuebles", ha dicho la consejera, quien ha lamentado que cuando en todo el periodo de tiempo el gasto en arrendamientos supera el doble del valor de la venta.

Se trata de sedes principales de algunas consejerías (Agricultura, en la calle Tabladilla de Sevilla; Inclusión Social, en la avenida de Hytasa; o Salud y Consumo, en la avenida de la Innovación), y también edificios de usos múltiples en los que varias delegaciones territoriales comparten sede (como los de la avenida de Juan XIII en Málaga, o la calle Tomás de Aquino en Córdoba).? Más de una cuarta parte de los empleados de la Junta dedicados a labores administrativas trabajan actualmente en estos edificios.

Patrimonio sin uso

Y mientras, la administración tenía en desuso un gran número de inmuebles y solares sin uso, algunos procedentes del pago de la Deuda Histórica en 2009, sin que se vendiesen en ese momento.

Desde 2019 ,con el cambio de Gobierno, la Junta intenta rentabilizar su patrimonio inmobiliario, con ventas y subastas de las que ha obtenido 121 millones de euros. En los próximos meses habrá dos nuevas subastas.

Actualmente la Junta dispone de 282 edificios dedicados a sedes administrativas. Además de las 70 que vendió y ahora alquila, hay 112 que son de su propiedad, otros 53 están alquilados a distintos propietarios, 33 están cedidos y otros 14 dependen de contratos con empresas públicas de otras administraciones.

Problemas

En este parque de inmuebles, la Consejería de Hacienda ha detectado, además del elevado coste de los alquileres, otros dos problemas: la dispersión de las sedes administrativas, que resta eficiencia al servicio y a la atención al público. Y la falta de adecuación de muchos de los edificios para su desempeño como sede administrativa y para los servicios que han de prestarse en ellos.

El plan, que se espera poder presentar después del verano, tendrá que proponer soluciones que pasan por reducir el número de los edificios por los que la Junta paga un alquiler, así como la cuantía de éstos, y por buscar alternativas que acaben con la dispersión de las sedes y permitan la adecuación de los edificios al servicio que prestan.

Medidas

El plan deberá proponer medidas como la rehabilitación de edificios abandonados o infrautilizados que sean susceptibles de utilizarse como sede de los servicios administrativos de la Junta de Andalucía, la construcción de nuevos edificios, si fueran necesarios, y la enajenación o puesta en valor mediante las fórmulas de explotación que se consideren más adecuadas de los edificios que no reúnan condiciones para su uso administrativo.

También deberá plantear la reordenación de las sedes administrativas en cada una de las provincias con el objetivo de potenciar el uso más eficiente de los edificios y concentrar los espacios. Todo ello con el objetivo último de mejorar las condiciones de trabajo de los empleados públicos y la prestación de los servicios públicos a los ciudadanos.

Además, este plan contribuirá de forma decidida a los objetivos ligados a la transición ecológica, al dotar de mayor eficiencia a los edificios y a la mejora de los servicios y equipamientos de las ciudades, pues muchos de los inmuebles actualmente abandonados y sin uso van a permitir el desarrollo de proyectos importantes para las ciudades en las que se encuentran.

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