
La demanda internacional de vivienda en las zonas costeras ha superado los niveles previos a 2020, antes de la pandemia del coronavirus. En la actualidad, los compradores foráneos protagonizan una de cada cuatro operaciones de compraventa de media. Su presencia es mayor en las islas Baleares y Canarias (39%) y en la costa mediterránea (28%), sus destinos preferidos para comprar casa en la playa, según datos de Tinsa.
En el caso de la zona del Mediterráneo, el informe Vivienda en Costa 2023 constata que los compradores no residentes han superado ya a la extranjeros residentes.
"La proporción de no residentes es tradicionalmente mayor en las islas, aunque en el último año también se ha producido una alta concentración en costa mediterránea que ha invertido la naturaleza del comprador mayoritario en esta vertiente, habitualmente residente", explica Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa. En líneas generales, la demanda internacional ha mantenido en los últimos dos años una "intensa dinámica alcista", añade la experta.
Más allá del origen del comprador, la estadística de Tinsa cifra en un 6,3% el incremento del precio de la vivienda vacacional en el último año, hasta los 2.550 euros/m2. El dato -impulsado en gran parte por el interés de los extranjeros en este mercado- está un 35% por encima del valor medio de la vivienda de primera residencia en las zonas de costa.
El estudio -que analiza 250 municipios de la costa española- señala que el valor medio, considerando tanto primera como segunda residencia, subió un 4,1% anual en el primer trimestre, hasta los 1.591 euros/m2.
Los precios crecieron en prácticamente todos los municipios del litoral analizados. Los mayores incrementos, por encima del 10%, se localizan en Baleares (Manacor, Ses Salines, Llucmajor, Es Mercadal y Campos), Comunidad Valenciana (Canet d'En Berenguer, Sagunto, Meliana y L' Alfàs del Pi) y Andalucía (Motril, Algeciras, Málaga y Manilva). Tan solo cuatro municipios experimentaron descensos interanuales. Es el caso de Orihuela (-5,6%), Deltebre (-4,7%), Calviá (-4,7%) y Gandía (-4,5%).
Por provincias, el estudio revela que las mayores variaciones interanuales del precio de la vivienda en el último año se localizan en el litoral de la provincia de Málaga (7%), Granada (6,8%), Guipúzkoa (6,2%) e Islas Baleares (5,8%).
En términos de valor absoluto, el precio más elevado de vivienda primera y segunda vivienda, por encima de 3.000 euros por metro cuadrado, se localiza en la isla de Ibiza (Sant José de sa Talaia, Santa Eulària des Riu, Ibiza y Sant Antoni de Portmany) y en Calviá (Mallorca). También las capitales de San Sebastián y Barcelona están entre los enclaves con el precio más elevado de la costa, aunque en su caso el mercado de primera residencia ejerce una gran influencia.
Más transacciones
La estadística de compraventa de viviendas del Ministerio de Transportes (Mitma) refleja que en 2022 se registraron 287.313 transacciones en zonas de costa (primera y segunda residencia), lo que supone un 10,2% más que en 2021. La demanda estuvo impulsada por las islas (19,6% anual) y costa mediterránea (11,4%), mientras que el tramo atlántico andaluz y la costa norte se registraron tasas de variación cercanas a cero. Concretamente, en 2022 las compraventas aumentaron en 15 de las 22 provincias con costa y se contrajeron en siete.
Los incrementos son intensos en Canarias y Alicante, por encima del 26%, seguidas de Girona, Granada y Málaga. El mayor ajuste se produce en Lugo (-18%) y se registran contracciones más contenidas en los municipios costeros de las provincias de Huelva, Guipúzcoa, Cantabria y Cádiz.
El informe también destaca que la actividad promotora en los municipios del litoral español aumentó en 2022 hasta superar ligeramente los niveles de 2019. En concreto, los visados de obra nueva aprobados el año pasado en mercados de costa suponen el 32% del total nacional y en el último año se incrementaron un 9,8%, hasta alcanzar 34.745 licencias.
El aumento en la construcción de obra nueva fue más moderado que el avance de la demanda, limitada por la incertidumbre económica y los costes de construcción al alza en un entorno de elevada inflación e incremento de tipos de interés.
La costa atlántica experimentó una fuerte contracción de la actividad promotora (-28% en 2022 frente a 2021), al igual que la costa norte, que también redujo su número de visados (-5%). Por su parte, islas y costa mediterránea incrementaron su actividad un 20% y un 15% respectivamente, muy en línea con los incrementos de compraventa registrados en estas zonas.
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