Vivienda - Inmobiliario

Olvídate de alquilar casa si tienes perro o gato: solo un 4% de los propietarios lo permiten

  • Barcelona, Alicante y Santa Cruz de Tenerife son las provincias más permisivas
  • Tener un animal en casa sin permiso es motivo para rescindir el contrato

Las personas que conviven con animales lo tienen especialmente difícil para alquilar casa. Prueba de ello es que solo un 4% de las viviendas en alquiler aceptan expresamente a familias con gatos o perros. Son datos de Fotocasa y Fundación Affinity, que sitúan a Aragón como la comunidad autónoma donde es más complicado encontrar piso: solo un 1% de la oferta está abierta a mascotas.

Por detrás se sitúan País Vasco, Extremadura, Castilla y León y Cantabria, con menos de un 2%. Por el contrario, la Comunidad de Madrid supera la media española con un 7% de aceptación. En Baleares, la Comunidad Valenciana y Canarias la oferta está por encima del 6%.

Por provincias, Palencia, Ciudad Real, Salamanca y Teruel están por debajo del 1%, mientras que Barcelona, Alicante, Santa Cruz de Tenerife y Valencia se acercan al 6%. Hay que tener en cuenta que convivir con un animal de compañía es una situación bastante generalizada en nuestro país. En casi la mitad de los hogares en España -en concreto en un 44%- vive con animales.

¿Qué dice la ley?

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), reguladora del segmento del alquiler, permite al propietario de un piso -mediante cláusulas- determinar que se puede hacer o no es su propiedad. "Los arrendamientos de vivienda se regirán por los pactos, cláusulas y condiciones determinados por la voluntad de las partes", dice el punto 4.2 de la norma. Aunque no se hace alusión expresa a la presencia de animales, el texto implica que la tenencia de mascotas en la vivienda queda sujeta al acuerdo entre el propietario y el inquilino.

Meter un animal en el piso de alquiler sin permiso es motivo suficiente para rescindir el contrato", explican desde Fotocasa. En el caso de que no haya clausula sobre tenencia de animales, el inquilino pueden convivir con ellos en casa siempre y cuando se cumplan las condiciones mínimas estipuladas por ley y que no ocasiones problemas a la comunidad de vecinos.

Ruidos y olores

Por supuesto que las mascotas pueden causar daños en la vivienda arrendada, pero también hay que saber que existen diversos instrumentos, como los seguros o las cláusulas en el contrato de alquiler que aportan seguridad y garantías a los propietarios en el caso de que se produzcan desperfectos en la vivienda.

Más allá de los posibles daños, por lo general, los dueños de los pisos se muestran especialmente preocupados por los ruidos o los olores de los animales. De hecho, en muchos casos, se alude a estos supuestos para obstaculizar el acceso a la vivienda a familias con perros y gatos.

A pesar de ello, desde la Fundación Affinity explican que según datos del consistorio barcelonés, la media de denuncias recibidas al mes por molestias ocasionadas por perros en domicilios privados, como ladridos o problemas derivados de una mala higiene del animal, son muy inferiores a otros motivos, como el ruido causado por grupos de ciudadanos o por la contaminación del aire.

"Al descartar a las familias con animales de compañía, se está perdiendo a un gran número de posibles candidatos que podrían ser perfectos inquilinos", asegura Isabel Buil, directora de la fundación. "Debemos desterrar la idea de que los animales son sinónimo de ruidos y suciedad", añade.

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