Buscar un piso de alquiler en Madrid se ha convertido en una carrera de obstáculos que deja exhaustos a muchos inquilinos. No es para menos. Además del elevado precio de las viviendas, muchas tienen condiciones de habitabilidad bastante dudosas. Es el caso de un estudio abuhardillado que se anuncia en un famoso portal inmobiliario y que llama la atención por su insólito tamaño:15 m2. "Es ideal para una persona", explica la agencia inmobiliaria que lo publicita.
Se trata de un espacio diáfano de techos bajos que cuenta con una cama individual, una nevera de dimensiones reducidas, un par de banquetas y una mesita auxiliar. Nada más. Por no haber ni siquiera hay fregadero ni cocina, tan solo una placa de fuego a inducción colocada en medio del habitáculo.

Tampoco hay espacio para el almacenaje. Las funciones de armario y/o cajón las cumple el hueco formado entre las vigas del techo y situado en un lugar poco estratégico: justo encima de la cama, a tan solo unos centímetros del lugar donde el inquilino apoyaría su cabeza para dormir. La palabra modesto o coqueto se quedan (muy) grandes.

En el estudio todo es aparentemente incómodo. Por las fotografías se aprecia que una persona de estatura media no podría ponerse de pie en su propia casa. Solo lo conseguiría en el marco de la puerta de entrada y con suerte -con mucha suerte- en la ducha. En el resto de la casa tendría que estar agachado.
En cuanto al cuarto de baño, un cristal opaco lo separa del resto de la estancia. En el interior tan solo hay un retrete -cuyo uso también es de dudosa comodidad- un lavabo y el grifo de ducha. No hay plato ni mucho menos mampara.

El estudio es interior y cuenta con dos ventanas, una de ellas a ras de suelo y de reducidas dimensiones. Está ubicado en el céntrico barrio Cortes de Madrid, en una quinta planta sin ascensor.
El edificio fue construido en 1900 aunque el propietario asegura que el inmueble se encuentra en "buen estado". En materia energética, la calefacción es individual y eléctrica, y el certificado está en trámite. El precio mensual del alquiler asciende a 395 euros, lo que supone que el metro cuadrado se paga a razón de 26,33 euros.
La documentación que el propietario pide al inquilino para arrendar el inmueble pasa por presentar un contrato de trabajo indefinido -de al menos un año de antigüedad- y las últimas tres nóminas, que tendría que llegar a los 1.000 euros mensuales de salario. En el caso de no alcanzar esa cantidad podría aportar la nómina de otra persona o algún tipo de aval. Para entra a vivir hay que abonar el alquiler del mes en curso, dos meses más de fianza y otro en concepto de honorarios de la agencia.
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