Casi 1.400 euros al mes. Esa es la diferencia de precio para los inquilinos que alquilan un apartamento de un dormitorio en Ámsterdam, la ciudad más cara de Europa, y Budapest, la más barata. Así lo reflejan las cifras del Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere correspondientes al cuarto trimestre de 2022, que llegan con una sorpresa. París se queda fuera de las cinco ciudades Europeas más caras para alquilar.
"Sigue existiendo un desajuste y un desequilibrio entre la oferta y la demanda de vivienda. Las casas disponibles se alquilan mucho más rápido porque hay más inquilinos potenciales interesados en una nueva casa. La escasez de vivienda no es solo un problema de una ciudad o país en particular, sino un problema paneuropeo y posiblemente mundial", explica Carlos Amigo, Country Lead Spain en HousingAnywhere. Junto con la falta de oferta, la inflación y el aumento en el coste de vida también desempeñan un papel importante en el comportamiento de los precios de los alquileres.
Como resultado de un aumento constante de los arrendamientos durante años -en el último ejercicio el precio subió casi un 23%-, Ámsterdam despunta como la ciudad más cara del Viejo Continente en el alquiler de un apartamento de un dormitorio, con un precio de 2.300 euros/mes. En los 2.000 euros están, de media, los alquileres en Reikiavik, mientras que por debajo de esa barrera se encuentran Lisboa (1.910 euros), Milán (1.853 euros) y Munich (1.800 euros).
Munich es donde más se han encarecido los alquileres en el último año, un 37,4%
De hecho, la ciudad alemana es donde más se han encarecido los alquileres en el último año, con un alza del 37,4%. Por su parte, los ascensos también han sido de doble dígito en Reykjavik y Lisboa, donde los inquilinos pagan un arrendamiento superior al 31,7% y al 23,23%, respectivamente, al de hace un año.
Desde la plataforma de alquiler explican que, en estas ciudades, los precios de los alquileres se ven impulsados por una demanda al alza debido a la afluencia de estudiantes y jóvenes profesionales que se trasladan a ellas. Además, en lugares como Lisboa o Milán, el aumento del turismo también afecta en este sentido, "ya que los propietarios vuelven a destinar sus propiedades al alquiler a corto plazo, lo que presiona aún más el sector del alquiler a medio y largo plazo", indica Amigo.
París se queda fuera de las cinco ciudades más caras de Europa para alquilar una vivienda, algo que no ocurría tres meses antes. De hecho, de forma indiscutible, París se coronó durante muchos trimestres como la ciudad menos asequible para los inquilinos en el Viejo Continente. Actualmente, para alquilar un apartamento de un dormitorio en la capital francesa hay que desembolsar, de media, 1.761 euros al mes. En los últimos doce meses los arrendamientos se han abaratado un 2,17% en París.

"Este giro puede atribuirse a una serie de factores y a las buenas medidas aplicadas por la Administración. En primer lugar, nos gustaría destacar la iniciativa del Gobierno francés al implementar una ley en 2019 que limitaba los precios del alquiler en la ciudad. Esto ha ayudado a frenar los altos precios que se estaban cobrando por los pisos. Pero esta medida ha funcionado porque ha ido acompañada de un aumento de la oferta de viviendas, lo que ha contribuido a crear un mercado más equilibrado y ha presionado los precios a la baja", apunta el Country Lead Spain en HousingAnywhere.
En este sentido, Amigo añade que "podemos llegar a la conclusión de que la limitación de los precios, como hemos visto en alquiler en París, es eficaz para ayudar a bajar los precios si va acompañado de medidas largoplacistas, como el aumento de la oferta de viviendas, que ayuda a crear un mercado más sostenible".
Las españolas
¿Cuál ha sido el comportamiento de las ciudades españolas? "La situación de España en relación con el alquiler se encuentra en la media europea, siendo un claro ejemplo de que la subida continuada de los precios empieza a frenar, pero las ciudades todavía registran precios mucho mayores al mismo trimestre de 2021", señala Amigo.
Las tres capitales incluidas en los datos de la plataforma de alquiler se quedan fuera del top ten de las más caras de Europa. En Barcelona -que ocupa la undécima posición-, arrendar una vivienda de un dormitorio tiene un coste mensual de 1.500 euros, de media. En Madrid el alquiler alcanza una media de 1.325 euros al mes, mientras que en Valencia -la ciudad española más barata que aparece en esta clasificación- para arrendar un apartamento de un dormitorio hay que desembolsar 1.100 euros al mes.
Sin embargo, en la ciudad del Turia es donde más ha crecido el precio en el último año, concretamente un 22,2% frente al último trimestre de 2021. "Esta ciudad crece cada día en popularidad y en atracción de talento joven por su fuerte apuesta por las aceleradoras de startups y su calidad de vida, que la han convertido en una de las ciudades españolas preferidas en el mundo para trabajar en remoto", concluye el experto. Por su parte, Barcelona ha registrado una subida del 11,1%, mientras que en Madrid el ascenso ha quedado en el 10,4%.
Las ciudades europeas más asequibles para alquilar un apartamento de un dormitorio, según HousingAnywhere, son Oporto (1.000 euros), Turín (975 euros) y Budapest (901 euros).