Las oficinas de Google se convirtieron en la envidia de cualquier empleado al tratarse de espacios agradables que invitan cada mañana a ir contento al trabajo. Pero lo cierto es que ahora tú también puede trabajar en unas oficinas como las de Google. Se trata de los espacios de coworking diseñados y pensados para que "a la gente no le cueste ir a la oficina", explica Fernando Ramírez, director general de LOOM, la marca de espacios flexibles de Merlin.
El diseño de estas oficinas dista mucho del de una tradicional donde únicamente se reúnen un conjunto de meses en filas con ordenadores. En los coworking priman los espacios abiertos, modernos, con decorados llamativos, zonas flexibles de reuniones, espacios de encuentro, cabinas para llamadas privadas, espacios para encontrarse o para aislarse.
También hay mesas de trabajo clásicas ya que cada vez son más las grandes empresas que alquilan estos centros para equipos concretos y en muchos casos necesitan cierta privacidad, pero, aun así, disfrutan de un entorno mucho más cómodo y distendido que en la clásica oficinas. Sin embargo, la ventaja de estas oficinas modernas no está solo en su arquitectura, diseño o distribución de espacios. Su principal ventaja "está en las experiencias que vive el usuario", apunta Ramírez.
"Cuando entras en una oficina LOOM tienes a una persona que te da los buenos días por tu nombre. Cuidamos al máximo el detalle y nos preocupamos por atender las necesidades de cada uno de los usuarios", apunta el directivo. Así, una persona que trabaje en una oficina LOOM encontrará un detalle en su mesa el día de su cumpleaños.
"Las grandes corporaciones que trabajan con nosotros nos piden ayuda para que sus empleados quieran venir a la oficina. Ellos ofrecen teletrabajo pero les interesa que los usuarios se relacionen y nosotros lo conseguimos a través de ofrecer un ambiente amable y cargado de experiencias y actividades", destaca Ramírez.
En las oficinas de LOOM siempre habrá disponible un buen café, fruta ecológica, té y agua de frutas de forma gratuita. Además, la firma organiza actividades deportivas, de networking y programación cultural para sus usuarios.
"Ofrecemos también acuerdos con proveedores de primer nivel con ventajas para nuestros usuarios que son bautizados como Loomers en multitud de servicios profesionales como asesoría jurídica, de protección de datos, de seguridad de la información", explica el directivo.
La experiencia es la clave para que los empleados quieran ir a su oficina y para eso cada semana hay sorpresas y actividades que atraen a los usuarios como eventos gastronómicos o la semana del yoga.
¿Quién puede usar las oficinas?
Actualmente un 77% de la facturación de LOOM procede de los puestos por mesas. Pero lo cierto es que cualquiera puede disfrutar de estos espacios, que en el 70% de los casos cuentan además con terrazas.
"A raíz de la pandemia lanzamos un servicio novedoso que bautizamos como la capa Ultraflex. Nos decidimos a creamos la infraestructura tecnológica necesaria para que cualquier persona a través de una aplicación móvil pueda contratar un puesto en los centros LOOM por horas", explica Ramírez. "En todos los centros tenemos una serie de mesas que se consumen por horas. Cualquier profesional puede comprar un paquete de horas, que se vende generalmente a 2,5 euros por hora y disfrutar del centro LOOM que quiera en base a sus necesidades de cada día", detalla el directivo.
Este servicio novedoso está creciendo de forma notable y Ultraflex ya supone un 4% de la facturación. Otro 10% de los ingresos llegan por el alquiler de los espacios LOOM para eventos y el 9% restante se consigue con el alquiler de salas y otros servicios adicionales que pueden contratar los usuarios como las taquillas, la impresora o contratar una red de internet privada, entre otras muchas cosas.
Diferencias
A nivel inmobiliario la diferencia entre la oficina tradicional y los espacios de trabajo flexibles es triple. Por un lado, "el espacio se da equipado y servido, como si de tratada de un hotel. Así, si alquilas puestos de trabajo en LOOM tienes personal a tus servicios y eso no existe en la oficina tradicional, ya que ese coste lo pagas aparte", apunta Ramírez.
Por otro lado, en LOOM está todo incluido. El mobiliario, la limpieza, la luz, el mantenimiento, internet. En la oficina tradicional todo eso es un coste añadido al precio de alquiler por m2. Y por último "en los espacios de coworking se firma un contrato de prestación de servicios frente a la oficina tradicional que firmas un contrato de arrendamiento. Nuestro contrato te da libertad para irte de un mes a otro", concreta el director general de LOOM.
En 2022 la compañía amplió un su espacio un 52%, con la apertura de tres nuevos centros y tres ampliaciones de espacios existentes, situándose la cartera en 13 centros, de los cuales nueve están en Madrid y cuatro en Barcelona, con un espacio total de 28.000 m2. Este año la firma tiene el objetivo de seguir creciendo. Así, proyectan tres aperturas en Madrid y dos en Barcelona, que sumarán en total 12.000 m2, para acabar el año en unos 40.000 m2.