
En el western protagonizado y dirigido por Clint Eastwood Sin perdón (1992) aparece Big Whiskey, un pueblo ficticio del oeste con una casa de campo que sirvió de alojamiento para el actor durante el rodaje. Situado en la provincia canadiense de Alberta, al borde de las Montañas Rocosas, está ahora a la venta por 25,5 millones de dólares canadienses, unos 18,4 millones de euros.
La propiedad tiene unas 200 hectáreas e incluye una majestuosa casa de campo principal, varias cabañas para huéspedes, una pista ecuestre cubierta, un lago de 4,5 hectáreas con un cobertizo para barcas y el escenario original del pueblo del Salvaje Oeste que aparece en la película Sin Perdón.
"Además de Clint Eastwood, los coprotagonistas de la película Morgan Freeman, Gene Hackman y Richard Harris pasaron mucho tiempo en el rancho. Los actuales propietarios compraron este pueblo del Oeste y lo reconstruyeron por pura diversión", explica Chris Burns, consultor de Engel & Völkers Vancouver, firma encargada de su comercialización.
El racho de Fisher Creek se encuentra en un entorno idílico a los pies de las Montañas Rocosas y a tan solo una hora en coche de la ciudad canadiense de Calgary. Los pinos bordean el camino que conduce desde las puertas principales de la propiedad, pasando por un antiguo fuerte, hasta la residencia principal, una impresionante casa de campo que combina troncos macizos con acero y piedra. Clint Eastwood vivió en ella durante el rodaje en 1992.
El interior de la vivienda cuenta con más de 1.142 metros cuadrados distribuidos en 5 dormitorios, 11 baños, 7 chimeneas y un gran comedor, entre otras estancias. Una red de pasarelas elevadas serpentea entre los árboles y conecta esta vivienda con 6 cabañas para huéspedes. Cada una de ellas se divide en 17 suites y lofts privados totalmente equipados.
Este conjunto de edificios fue el plató de la película Sin Perdón, concretamente el pueblo ficticio Big Whiskey reconstruido según los planos originales del set de filmación y totalmente intacto y listo para para su uso. El poblado del Salvaje Oeste consta de una oficina del sheriff con dos celdas y una armería antigua, un salón con un bar y una sala de juego, una herrería, caballerizas y establos, un banco y una carpintería. También hay una pequeña iglesia blanca con bancos antiguos y un campanario.
"Inspirados en los pueblos que aparecen en las populares películas del Oeste, los propietarios del rancho lo construyeron por diversión. Lo insólito es que cada uno de los edificios es totalmente funcional y habitable en lugar de ser sólo una fachada de decorado de película. No existe ningún rancho privado con algo así", afirma Chris Burns.
Justo al lado del pueblo hay un lago de 4,5 hectáreas con aguas cristalinas, una cascada y un cobertizo para botes. Gracias a la excelente calidad del agua, el lago puede utilizarse tanto para deportes recreativos como para la cría de truchas arco iris. Otro punto destacado son las amplias instalaciones ecuestres: un complejo de unos 1.850 metros cuadrados con un establo de cinco plazas, un picadero cubierto, una sala de equitación y sala de observación, y una oficina veterinaria. El rancho también cuenta con un helipuerto.
"El entretenimiento y el lujo ascienden a otro nivel en esta finca. Es un auténtico refugio y un complejo de aventura del Viejo Oeste para recibir a la familia y los amigos, ideal para aquellos que buscan una vida en contacto con la naturaleza y a la vez sofisticada ", añade Burns.