
El mercado de las fincas rústicas atraviesa un momento dulce. En los cuatro primeros meses del año se vendieron 56.611 propiedades, lo que supone un aumento del 8% respecto al mismo periodo del año anterior y el mejor resultado del cuatrimestre en la última década, según los últimos datos del INE.
Si se tienen en cuenta solo los datos del mes de abril, las cifras son similares al año pasado, con un leve descenso del 1,2%, y con el sector superando el nivel de operaciones prepandemia: en abril de 2019 se vendieron 11.719 fincas lo que supone que las 12.961 propiedades vendidas en abril representan un 10,6% más que antes de la crisis del Covid.
"El campo se consolida como valor refugio para ahorradores e inversores en un contexto inflacionista. Vemos que la compraventa sigue en máximos históricos y que, si atendemos a los datos del cuatrimestre 2022 se perfila como el mejor año de la última década", explica Regino Coca, fundador y CEO de Cocampo, el portal de anuncios de compra y arrendamiento de fincas rústicas.
En cuanto a la caída que registran las compras en abril respecto a marzo, el fundador de la compañía recuerda el impacto que tienen sobre los datos de compraventa los festivos y la climatología en este mes. "Se trata de un patrón que se observa todos los años: tras una fuerte subida en marzo, en abril, por la Semana Santa, disminuyen estas operaciones que, en mayo, por lo general y en mayor o menor medida dependiendo de las perspectivas para el verano, vuelven a subir", aclara.
Respecto a los perfiles de compradores, Regino Coca explica que las fincas rústicas despiertan el interés tanto de inversores que buscan diversificar sus activos, de propietarios de explotaciones agrícolas y ganaderas como de personas con un cierto poder adquisitivo que buscan en el campo un cambio de estilo de vida.
Por comunidades autónomas, Andalucía (con 2.156 operaciones), Castilla y León (2.065), Castilla La Mancha (1.665), y Comunidad Valenciana (1.436) siguen liderando el ranking de compraventas.