Valencia
Circular View, la firma que promueve una noria gigante en la Marina al estilo de la famosa London Eye, propone además -en caso de salir adelante su proyecto- que su creación sirva para fijar en Valencia un hub para el aprendizaje en la construcción y el diseño de estructuras de este tipo. Este es el último acicate que anuncia la compañía para tratar de convencer a la entidad de que apueste por el desarrollo de este atractivo turístico de 120 millones de inversión privada y 120 metros de altura, que prevé una estructura fija sin radios sobre la que girarían las cabinas.
La firma sigue endulzando su proyecto para seducir al Consorcio València 2007, el organismo que administra la Marina de Valencia, que se está tomando con calma la tramitación de este proyecto. Tanto es así que el primer contacto de la empresa con la entidad, en la que se integran el Gobierno de España, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de València, tuvo lugar antes de la llegada de Joan Ribó a la alcaldía de la capital del Turia en 2015.
Preguntadas sobre la marcha del mismo, fuentes del organismo trasladan que su tramitación sigue "en el mismo punto" que el pasado mes de abril, cuando elEconomista informó de su existencia. La falta de entusiasmo que mostraron entonces podía achacarse a la proximidad de las elecciones generales, autonómicas y municipales, al tratarse de una iniciativa que recuerda a grandes proyectos de la era del PP que todavía generan cierta alergia en los partidos de la izquierda valenciana.
Tampoco ayuda que no se haya formado gobierno ni en el Ayuntamiento ni en el Gobierno central, donde ni se vislumbra el acuerdo. De hecho uno de los pasos que debe dar la compañía es tramitar la modificación del plan urbanístico de Valencia para dar cabida en el mismo al desarrollo de esta estructura, pero el consistorio, atascado en el reparto de poder entre los partidos que comandarán la corporación (Compromís y PSPV), carece todavía de concejal de urbanismo.
El 'hub' de ingeniería
En cualquier caso, la empresa sigue vendiendo y sazonando su propuesta. Primero anunció la creación de nuevos jardines y zonas de ocio en el lugar de su emplazamiento -la explanada de la Marina Norte donde se encuentra la pérgola modernista- con una inversión prevista de entre ocho y diez millones de euros. En concreto, se trataría de "la reurbanización y rediseño de un total de 26.000 metros cuadrados".
Y ahora propone "crear un hub I+D+i para posicionarse como líderes en la construcción y diseño de estructuras observatorias gigantes innovadoras y llave en mano". "Se establecería un equipo multidisciplinar e internacional, apoyado por startups valencianas liderado por un elenco de profesionales que ya han construido y diseñado norias de más de 100 metros de altura y de gran fama mundial", subrayan.
Según la consejera delegada de Circular View, Ana María Villamediana "se trata de un mercado con una barrera de acceso especialmente alta". "Se trata de una obra de ingeniería de gran precisión que requiere de unas medidas de seguridad enormes que pocos dominan en el mundo", argumenta. "Se estima que participen una media de 40 personas en la fase de diseño de la noria, una fase complicada que puede prolongarse hasta un año", agrega la dirigente.
En la fase de ejecución de la obra, la empresa calcula que serían necesarios 400 trabajadores entre "directivos, ingenieros, arquitectos, jefes de áreas del proyecto, aparejadores, urbanistas, paisajistas, diseñadores de interiores, obreros, administrativos, traductores, abogados, contables, financieros, publicistas, etc". En la construcción del London Eye participaron alrededor de 1.700 personas, desde ingenieros a transportistas de grandes piezas, destacan.
Expertos en acústica, divisiones verticales...
"Se calcula que mensualmente intervengan en la urbanización y construcción del edificio de la Terminal una media de 30 ingenieros, 5 arquitectos, 5 expertos en acústica, 2 ingenieros agrónomos, 4 paisajistas, 5 diseñadores de interiores, 36 encofradores, 7 obreros para trabajar en las divisiones verticales, cerca de 14 técnicos en construcción de solados y falsos techos, 9 instaladores de climatización, 11 instaladores eléctricos y 7 mecánicos, 20 operarios de fachadas y cubiertas, etc", precisa la mercantil.
Villamediana explica que se encuentran en estos momentos "en proceso de preselección". "Por ahora contamos con el apoyo de las ingenierías Starneth, Incosa, y Audiotec, los arquitectos John G. Henry, Toran Arquitectura y el ingeniero agrónomo Enrique Arias Giménez, entre otros". "El transporte de las grandes piezas y cabinas estaría a cargo de la empresa valenciana Fleteval", apuntan.