Comunidad Valenciana

Los fabricantes de latas creen que el retorno de envases encarecerá precios y gestión sin mejorar la tasa de reciclaje

La Asociación de Latas de Bebidas ha desmontado "los mitos" sobre los que la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente sustenta su apuesta por la implantación del sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), subrayando sus riesgos: un encarecimiento de precios para el consumidor, de los costes de gestión -al convivir con el sistema tradicional de punto verde-, para los fabricantes -al tener que identificar los productos dirigidos a la Comunitat Valenciana- y las posibilidades de fraude para cobrar la devolución del depósito por unidad. Por todo ello, instó a la Generalitat a "trabajar sobre datos reales y no sobre los proporcionados por los promotores del sistema" que, tal y como está planteado, es "arbitrario", "injusto" y "sólo beneficia a los fabricantes de máquinas de recogida de envases", afirmó el presidente de la asociación, Santiago Millet.

En esta línea, Millet subrayó que "la mayor parte de los argumentos utilizados para introducir el SDDR no responden a la realidad y la experiencia en los países donde funciona demuestra que no existe una correlación entre el SDDR y la tasa de recuperación de envases". Por ello, llamó a la Conselleria a abrir un diálogo con los sectores afectados, que se oponen en bloque al cambio de sistema y apuestan por "mejorar el que ya está en funcionamiento, que ha demostrado sus buenos resultados", subrayó.

La Generalitat planea definir el borrador de la normativa antes de fin de año, por lo que las próximas semanas serán cruciales. Su objetivo es proceder a su tramitación y aprobación parlamentaria en 2017, con un año de moratoria para acciones informativas y pruebas piloto, lo que supondría su aplicación práctica en 2018. El SDDR se plantea sólo para envases de agua, zumos, refrescos y cerveza -latas, briks y botellas de vidrio y plástico-, por lo que no será sustitutivo, sino complementario, de los actuales contenedores. El consumidor abonará 10 céntimos por envase -las asociaciones de consumidores destacan que encarecerá la cesta de la compra, llegando en casos como el agua, al 40 por ciento-, que le serán devueltos al retornarlo.

Los expertos jurídicos de la Asociación de Latas de Bebidas están ya estudiando posibles acciones legales que podrían adoptarse en caso de no conseguir esta negociación y revisión de la estrategia planteada por la Generalitat. "La discusión debe de ser técnica, no política, y tanto la legislación española como la europea dicen que la adopción de una medida tan drástica tiene que estar muy bien justificada", critican los fabricantes. Asimismo, Millet indicó que "Competencia está ya estudiando este asunto, porque el mayor coste en la Comunitat Valenciana sobre el resto romperá la unidad de mercado y supondrá una discriminación para el consumidor".

Más reciclaje que con el retorno

"Desde ningún punto de vista las latas son un problema ambiental, como ratifica un informe de la propia Generalitat Valenciana, que no prevé reducir los costes de limpieza viaria al introducir el SDDR", así como que "las latas de bebidas son los envases más reciclados, con tasas superiores al 85 %, y además España es el cuarto país europeo en reciclado de envases metálicos en general, por encima de la mayor parte de países que tienen SDDR", afirmó.

El SDDR, supondría, según la asociación, "multiplicar el coste de reciclado por 30, al pasar de 0,2 céntimos a 6 céntimos por unidad, lo que se reflejaría en una subida de para las bebidas en lata de entre el 10% y el 35%, sin una mejora apreciable en la tasa de reciclado". A este respecto, el director general de la entidad, Manuel Aballe, apuntó que el objetivo de la Conselleria es el 85% de reciclaje de este tipo de envases, cuando los datos reales de reciclado actual superan el 87%. En este sentido, el experto recordó que el SDDR sólo es aplicable sobre un determinado tipo de envases, que supone un porcentaje reducido sobre el total.

En total, cada año se consumen en España unos 7.000 millones de latas -unas 150 por persona al año-, con una facturación conjunta del sector de en torno a 600 millones de euros. Los fabricantes temen que el incremento en costes y la complejidad de la implantación y gestión del sistema en los comercios suponga, en la práctica, una caída importante en el consumo de este tipo de envases, como ya ha ocurrido en otros mercados, como Alemania.

Aballe advirtió, también, del posible fraude a través de la entrega de latas de otras comunidades autonómas, por las que no se haya pagado depósito. "En Croacia, el primer año de implantación del sistema no se usó un código de identificación y el retorno alcanzó el 140% de los envases vendidos, lo que obligó a tomar medidas", explicó. "Cuando se le da un valor artificial a una cosa, se genera una oportunidad e fraude", alertó.

Aballe abordó una de las cuestiones más controvertidas, y sobre la cual ha habido profundas discusiones: la presencia de latas de bebidas entre los residuos abandonados. En este sentido, la asociación ha presentado un trabajo que se expuso en el último Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama 2016), que analiza algunas de las más importantes acciones de recogida en costas y playas que se llevan a cabo en numerosos países, "donde la presencia de latas de bebidas es meramente testimonial, con valores inferiores al 1% de lo recogido".

El directivo recogió datos más próximos, como el proyecto Let's Clean up Europe donde la Asociación estuvo representada por Paisaje Limpio, y donde en pleno verano y en las zonas más turísticas la cantidad de latas encontradas resultó inferior al 3%.

Mesa de trabajo

Millet criticó otro de los datos no correctos utilizados por la Conselleria para defender el SDDR: que es aplicado con éxito en 40 países. Afirmó que apenas 14 países aplican este sistema en todo el mundo y que España cuenta con mejores tasas de reciclado que la mayor parte de ellos. Otros países, como Italia, Bélgica, Francia, Suiza, Holanta o Austria, han descartado aplicar este sistema, "de lo que no se ha hablado en ningún momento en el debate abierto en la Comunitat Valenciana".

"El modo más riguroso de abordar la situación ambiental en la Comunitat en cuanto a la recuperación y reciclado de todos los envases consumidos, es un estudio a fondo de la situación actual en cuanto a fortalezas, debilidades y posibilidades de mejora, en la que intervengan todas la partes implicadas: fabricantes de envases, envasadores, distribuidores, sistemas de gestión de envases usados, industria de la recuperación y el reciclado, en colaboración con las administraciones públicas, locales, autonómicas y nacionales, y se ofrece a participar en cualquier comisión o mesa de trabajo que se forme a tal efecto", instó Millet.

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