
Las aerolíneas enfrentan un 2017 lleno de turbulencias por el alza del crudo y el enfriamiento de la demanda. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los beneficios de las compañías aéreas bajarán por primera vez tras seis años de subidas y bonanza que se han traducido en un fuerte aumento de la oferta y una mejora en los márgenes.
En concreto, la asociación calcula que las ganancias agregadas de la industria aérea global va a caer un 16,3% el año que viene hasta los 29.800 millones de dólares (28.070 millones de euros), tras firmar un 2016 de récord con un beneficio de 35.600 millones de dólares (33.534 millones de euros al cambio actual).
A pesar del buen resultado que espera la IATA para el sector este año, la guerra de precios, los mayores impuestos y la subida de los combustibles ya se han dejado notar en las cuentas de las compañías aéreas, que han visto como el ingreso medio por pasajero caía en los nueve primeros meses del año mientras alertaban de los riesgos a los que se enfrentan.
En esta línea, la IATA ha rebajado un 10 por ciento la previsión de beneficios para este ejercicio desde los 39.400 millones de dólares pronosticados en junio. Pese a las rebajas y a las amenazas que enfrenta la industria de cara al año que viene, la IATA asegura que en 2017 la rentabilidad agregada de las aerolíneas a aumentará por octavo año consecutivo "lo que demuestra la resistencia del sector ante la amenaza de los inevitables shocks". "Tras varios años de duro trabajo en la reestructuración del sector, la industria es ahora más flexible y resistente aunque no debemos olvidar que controlar los costes sigue siendo un constante desafío para una industria altamente competitiva", dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA, que matizó que el grueso de las ganancias se concentra en Norteamérica.
En cuanto al alza de los costes de combustible, la IATA prevé que un aumento del precio medio de unos 11 dólares por barril tipo brent desde los 44,6 dólares de 2016 a los 55 de 2017. En las últimas semanas, el crudo de referencia en en Europa ha subido un 14,8% desde los 46,9 dólares por barril del 15 de noviembre a los 53,9 dólares de hoy. Tras este alza se encuentra la decisión de la OPEP de rebajar en un millón de barriles su producción. En consecuencia, el precio del combustible de aviación subirá de 52,1 dólares el barril (2016) hasta 64,9 dólares (2017). El combustible representará el 18,7 por ciento de los costes totales de la industria en 2017, muy por debajo del máximo (33,2%) alcanzado en el periodo 2012-2013.
En esta línea, la demanda de pasajeros se verá afectada por el incremento de los precios del petróleo. En 2017 el alaza de la demanda se ralentizará hasta registrar un ritmo del 5,1% (desde el 5,9% en 2016). La capacidad también también crecerá menos: desde el 6,2% (2016) al 5.6%, aunque superará la demanda y provocará la caída del factor global de ocupación al 79,8% (desde el 80,2% en 2016).
Otros de los lastres para el sector que señala la IATA es el aumento de la presión fiscal y de las barreras burocráticas para la circulación de las personas. "Los gobiernos no facilitan el trabajo de la aviación. Los impuestos totales han aumentado hasta los 123.000 millones de dólares. Más del 60% de los países exigen visado. Y existen más de 230 tasas diferentes. Miles de millones de dólares se malgastan en costes directos y se pierde productividad como resultado de una infraestructura deficiente", sentencia.
Por continentes
En cuanto al sector en Europa, IATA espera que los beneficios caigan en unos 2.000 millones de dólares el año que viene (ganarán 5.600 millones) ante el alza de los costes y la ralentización de la demanda, que crecerá un 4 por ciento, un poco menos que el aumento de la oferta, que subirá un 4,3 por ciento."Las aerolíneas de la región se enfrentan a una fuerte competencia, así como a elevados costes, la regulación onerosa o impuestos elevados. Y la amenaza terrorista sigue presente, aunque los pasajeros están recuperando la confianza tras los trágicos incidentes", apunta la asociación en un comunicado.
Las aerolíneas norteamericanas registran el mayor rendimiento financiero. El beneficio neto después de impuestos alcanzará los 18.100 millones de dólares el próximo año, aunque ligeramente por debajo de los 20.300 millones de dólares pronosticados para 2016. A su vez, será la región donde menos crezca la demanda y la oferta: un 2,5 por ciento.
Las aerolíneas latinoamericanas registrarán una ganancia neta de 200 millones de dólares, ligeramente inferior a los 300 millones de dólares previstos para 2016. La capacidad crecerá un 4,8%, por delante de la demanda (4,0%). Aunque existen algunos signos de mejora en las divisas y en las perspectivas económicas de la región, las operaciones siguen enfrentándose a auténticos desafíos de operación, como deficiencias de infraestructura, altos impuestos y una creciente regulación en todo el continente.