Transportes y Turismo

Eddie Wilson (Ryanair): "Dejaremos de crecer en España en los próximos años"

Eddie Wilson, CEO de Ryanair.

La guerra entre Ryanair y Aena vuelve a recrudecerse después de que el grupo aéreo anunciase ayer el recorte de otro millón de asientos de varios aeropuertos regionales. La aerolínea irlandesa retirará los dos aviones que tenía en su base de Santiago de Compostela (ya quitó otro en verano); dejará de operar en Tenerife Norte (desde octubre) y en Vigo (en enero). Asimismo, eliminará varias rutas este invierno, afectando a provincias como Santander, Zaragoza, Asturias o Vitoria. Su repliegue se cifra en un millón de plazas menos.

Este recorte operativo se suma al ejecutado a principios de este año, cuando salió de los aeropuertos de Valladolid y Jerez -donde continuarán sin operar- y retiró otros 800.000 asientos al quitar vuelos desde Asturias, Santander, Zaragoza o Vigo. Pero en paralelo, y como ya hiciera de cara a este verano, la aerolínea reforzará sus operaciones en otros destinos más turísticos y con mayor interés para los viajeros británicos, como Málaga o Alicante, sin detallar cifras de cuántas rutas nuevas destinarán a estas ciudades.

Eddie Wilson, CEO de la aerolínea, explica a elEconomista.es que no van a basar nuevos aviones en España en el medio plazo y anticipa un invierno con una oferta plana en Barcelona y ligeramente a la baja en Madrid, los dos grandes aeródromos donde opera, que se sumará a los recortes anunciados. Estos afectarán especialmente al archipiélago canario, con 400.000 plazas menos, 220.000 hasta ahora dedicadas a rutas domésticas hacia la península, afectando no sólo al aeródromo de La Laguna, sino también a Las Palmas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

Futuro complejo

Pero la cosa no se quedará ahí. Wilson anticipa que, durante los próximos cinco años, Ryanair no tendrá un gran crecimiento en el país: "La presión se les viene encima. Hemos hecho cálculos y ajustaremos nuestra capacidad en España. No veo un crecimiento espectacular para los próximos años, es muy incierto. Las ampliaciones de Madrid, Barcelona o Ibiza no estarán listas a tiempo para afrontar el aumento de demanda. Otros como Málaga o Alicante se van a llenar, y en Canarias se irá hacia atrás", anticipa.

También considera que "el crecimiento espectacular de la demanda aérea en España responde a una promesa incumplida por el Gobierno: la congelación de tasas hasta 2027 para recuperarse de la pandemia. Pero Aena lo ha incumplido y ahora apoyan la pérdida de empleos en las regiones", asegura.

La decisión de Ryanair ha generado mucha controversia dado el momento de cifras récord de turistas extranjeros en España. Ante esto, Wilson justifica el movimiento como una decisión puramente empresarial como respuesta a la subida de tasas del 6,5% que tiene previsto ejecutar el gestor aeroportuario nacional a partir de marzo de 2026.

"Nuestros costes de personal, tasas de ruta, mantenimiento, ventas o combustible son los mismos en cualquier país. Los únicos costes variables son el handling y las tasas aeroportuarias, y si éstas suben en España y bajan en otro lugar, iremos allí", reconoce.

El CEO cuestiona la actitud del ministro de Transportes, Óscar Puente, de quien considera que demuestra "una completa falta de comprensión de la capacidad aérea". "Yo me sentiría avergonzado de decir que tienen incentivos que no funcionan con aeropuertos que están vacíos en un 70%", alega. También lamenta la postura de Aena, a quien cataloga como "un fondo dedicado a la construcción de infraestructuras" más que como un gestor aeroportuario.

A su parecer, "piensan en construir grandes aeropuertos a 20 o 30 años vista. Y los aeropuertos necesitan inversiones, pero no estamos de acuerdo en cuánto quieren gastar, porque al final lo estamos pagando nosotros, las aerolíneas. Aena no tiene aviones, nosotros traemos a los pasajeros, y son quienes lo pagan vía impuestos. Estos afectan a los precios, y eso es lo que determina dónde asignamos la capacidad", defiende.

Para Wilson, el Gobierno "debería sentarse, planificar sus objetivos turísticos, sus conexiones aéreas y desarrollar un plan, pero no lo tienen. Nosotros les dimos un plan y ni siquiera nos respondieron", expresa. Por el contrario, "ven los números de Aena, y como son rentables y es todo lo que quieren, está todo bien, pero el inversor que ha abierto un hotel en Santiago ahora no tendrá negocio el próximo verano".

Eddie Wilson, CEO de Ryanair.

El directivo se refiere al acuerdo que Ryanair puso sobre la mesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a La Moncloa a principios de 2024. Entonces, planteó la posibilidad de basar hasta 33 aviones adicionales en España en los próximos años para mover 87 millones de pasajeros más y abrir bases en Gran Canaria, Fuerteventura, Menorca o Santander; lo que supondría incorporar 1.000 nuevos puestos de trabajo. Y asegura "haber intentado todo" para que el Gobierno apueste por estos pequeños aeródromos.

Inversiones desviadas

"Para todo esto, el Gobierno ha de congelar las tasas de Aena, como hasta ahora; hacer competitivos estos regionales; o dejar de imponer multas contrarias a la legislación europea como el equipaje de cabina", exclama el directivo tras cargar contra la ausencia de incentivos en los aeródromos de menor tamaño. Aunque no haya acuerdo a la vista, la compañía descarta que vaya a haber despidos como consecuencia del cierre de la base de Santiago: "vamos a mantener sus empleos y reubicaremos a todo el personal", reconoce.

El ejecutivo irlandés ha acusado al Gobierno de que su política "va contra el turismo" y provoca que "exporten inversiones a otros países, como Marruecos", debido a lo que consideran una infrautilización de estas infraestructuras. "La España regional está cerrada al turismo y sorprende la falta de entendimiento dadas las decisiones que están tomando".

Preguntado por si su actitud y sus campañas están afectando a la imagen de marca de Ryanair, Wilson responde tajantemente: "No". En cambio, cree que sí lo hará a la reputación del Gobierno, "porque no tienen políticas diseñadas para los aeropuertos regionales, con lo que están exportando competitividad a otros países de la UE y norte de África".

Para Wilson, la tensión que viven con Aena "no es una batalla", sino que se limita a señalar "la incoherencia de lo que está pasando". "Es su país y son sus aeropuertos. Si no quieren nuestro tráfico, nuestra conectividad, nuestros empleos ni nuestras inversiones, pondremos nuestra capacidad en otro sitio", concluye.

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