Transportes y Turismo

Un acuerdo de Sánchez con Erdogan facilita a Turkish Airlines el desembarco en Air Europa

Firma del acuerdo entre Erdogan y Sánchez el año pasado

Turkish Airlines cuenta, en principio, con la pista despejada para su aterrizaje en el capital de Air Europa. Aunque la operación tiene que ser aprobada por el Gobierno, el acuerdo que firmó en junio de 2024 el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con el presidente de la República de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, permite a la aerolínea otomana contar con una garantía sólida sobre la viabilidad del proyecto.

Y es que si Moncloa decidiera usar el escudo antiopas para paralizar la operación, estaría provocando la ruptura de la Asociación Integral acordada por ambos países hace apenas un año con el objetivo de impulsar las inversiones y "fortalecer las alianzas entre las empresas españolas y turcas". La declaración conjunta sellada por ambos mandatarios dio continuidad a la firmada en 2021 e implicó la firma de 13 Memorandos de Entendimiento (MOUs) con el objetivo de llegar a 25.000 millones de intercambios comerciales en los próximos cinco años, impulsando acuerdos empresariales en sectores como las infraestructuras, la movilidad, la transición verde y la transformación digital.

Entre los distintos MOUs firmados figura uno entre Cofides y el fondo soberano turco Türkiye Wealth Fund (TWF), accionista mayoritario de Turkish Airlines con 49,12 % de las acciones. En una respuesta parlamentaria ante una pregunta planteada por Vox, el Gobierno explicó ya hace un año que "su objeto incluye reforzar la cooperación y relación de trabajo entre ambas entidades; explorar conjuntamente oportunidades de inversión (...), intercambiar información sobre oportunidades de negocio, especialmente de los Fondos Next Generation EU en el caso de Cofides y de proyectos relacionados con la energía, la petroquímica, la tecnología y el transporte en el caso de TWF".

"Un país prioritario"

Y es precisamente en esa línea en la que se ha acordado la entrada de Turkish Airlines en el accionariado de Air Europa. "Para el Gobierno, Turquía es un país prioritario para la cooperación y el desarrollo en sectores específicos debido a su crecimiento económico e importancia estratégica", explicaba entonces el Ejecutivo, que incidía en "una mejora de las relaciones bilaterales entre España y Turquía, concretamente en temas económicos, financieros, comerciales y de inversión que redundan en una mejora del clima para el desarrollo de negocios con Turquía y, por tanto, contribuyen a la internacionalización de la economía española".

Dudas

El problema surge ahora debido a los lazos estrechos entre Erdogan y el régimen de Putin en Rusia, que según algunas fuentes, provoca serios recelos teniendo en cuenta que Air Europa está considera una empresa estratégica. La compañía aérea de la familia Hidalgo aceptó el pasado 19 de agosto la oferta de adquisición por parte de Turkish Airlines, que ofrece 300 millones por hacerse con alrededor de un 26% de su capital. En principio, está previsto que la empresa turca conceda un préstamo participativo por un importe de 275 millones que se transformará posteriormente en acciones, al margen de otros 25 millones más para entrar directamente en el capital a través de una ampliación.

Según confirman fuentes oficiales del Gobierno, la operación todavía no ha sido comunicada para su examen por parte de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), que es la que tiene que informar sobre la autorización o no a la misma. Estas fuentes explican que el Ejecutivo carece aún de la información oficial y que "habrá que ver si finalmente se realiza a través de un préstamo participativo, porque no es lo mismo que se haga así a que se lleve a cabo mediante una adquisición directa de las acciones". En cualquier caso, recalcan también que, pese al acuerdo comercial y de asociación firmado el año pasado, la aprobación de la operación seguirá una vía independiente. En Air Europa, de todos modos, la tranquilidad es máxima al respecto y la dirección de la compañía ha dejado ya claro que lo que queda tan solo es el papeleo final para poder cerrar definitivamente la operación en unos meses.

Préstamo de la Sepi

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que para el Gobierno es esencial que Air Europa encuentra un socio financiero capaz de garantizar la devolución del crédito de 475 millones que todavía tiene pendiente con la Sepi. Y esa es precisamente la intención de la familia Hidalgo, utilizar el dinero del préstamo participativo de Turkish Airlines para poder pagar al holding público. Más allá de la solvencia financiera, lo que está en juego igualmente es poder impulsar el aeropuerto madrileño de Barejas como gran hub internacional. La red de Turkish Airlines, con más de 300 destinos en Europa, Asia, África y América, se complementa con la fuerte presencia de Air Europa en Europa y Latinoamérica, un binomio que abre la puerta a crecer tanto en pasajeros como en carga. La complementariedad de las rutas Madrid-Latinoamérica y Estambul-Oriente Medio-Asia se traduce en conexiones más rápidas y eficientes, reduciendo tiempos y ampliando opciones.

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