
Air France-KLM ha puesto fin a las negociaciones que mantenía desde hace meses con Globalia para entrar en el capital de Air Europa. Así lo anunció este jueves el consejero delegado del grupo franco-neerlandés, Benjamin Smith, durante la presentación de los resultados semestrales.
"Hemos detenido la discusión", afirmó Smith al ser preguntado por el estado de las conversaciones con la familia Hidalgo, propietaria del 80% de la aerolínea española a través de Globalia. En una declaración posterior, Air France-KLM explicó que no se pudo alcanzar un acuerdo con los accionistas de referencia de Air Europa, lo que ha motivado la retirada definitiva del proceso.
Durante estos meses de contactos, el grupo no llegó a confirmar públicamente que hubiera presentado una oferta formal, aunque diversos medios informaron de una propuesta valorada en 300 millones de euros por el 51% del capital de Air Europa. Los Hidalgo, en cambio, pusieron un precio de 240 millones por el 20% de la empresa que luego rebajaron a ese mismo importe por el 25%, lo que elevaba el valor total de la compañía al entorno de los 960 millones.
Los 240 millones coinciden con el importe del tramo participativo del rescate público concedido por la SEPI, cuya cancelación anticipada evitaría su conversión en acciones. Además, permitiría refinanciar el resto del préstamo (235 millones) mediante una emisión de bonos.
Se trataba del tercer intento frustrado del grupo tras un primer interés en 2019 que se vio frenado por las interferencias de Iberia; así como por una segunda tentativa en 2021 de la mano de su socia estadounidense Delta Airlines y un lessor. Ambos intentos fueron frenados por Luis Gallego, CEO del grupo IAG, quien primero ofreció 1.000 millones y luego rebajó a 500 millones. Ambas quedaron en agua de borrajas por las trabas regulatorias en Bruselas.
La estrategia de Globalia ha pasado desde entonces por mantener el control mayoritario de la aerolínea, pero contando con la entrada de un socio industrial que contribuya tanto a aliviar su situación financiera como a reforzar el desarrollo del negocio.
Vía libre para Turkish
El repliegue del grupo franco-neerlandés coincide con el avance de otras alternativas. En especial, Turkish Airlines, que irrumpió en la puja hace algo más de un mes y se ha consolidado como la opción preferida de la familia Hidalgo. La compañía turca, de propiedad estatal y con una sólida posición financiera, ha ofrecido una entrada minoritaria en el capital —un 25%— acompañada de un ambicioso plan de crecimiento.
Según fuentes cercanas al proceso, Turkish ha planteado reforzar la operativa de Air Europa con hasta 12 aviones Airbus A330neo, la mitad aportados por cada aerolínea. Esta estrategia implicaría romper con la homogeneidad de la flota basada en Boeing, defendida durante años por los Hidalgo, pero permitiría solucionar una de las limitaciones estructurales de la compañía: la falta de aeronaves para crecer.
Air Europa opera con altos niveles de ocupación, pero ha registrado un crecimiento plano en el primer semestre de 2025, a diferencia del resto de grandes aerolíneas en España. Disponer de más aviones permitiría abrir nuevas rutas, especialmente en los mercados clave de América y Asia.
Por su parte, Lufthansa mantiene su interés y continúa realizando una auditoría exhaustiva (due diligence) sobre las cuentas, operaciones y directivos de Air Europa. La aerolínea alemana, asesorada por Goldman Sachs, ha desplazado a decenas de ejecutivos y consultores a las sedes de Madrid y Palma de Mallorca para ultimar una posible oferta vinculante. Han mantenido reuniones con el consejero delegado, Jesús Nuño de la Rosa, y el equipo directivo.
La urgencia de cerrar la operación antes de septiembre responde a una cuestión contable. Si no se cancela el tramo participativo antes de que termine 2025, el auditor podría clasificarlo como deuda a corto plazo en las cuentas de cierre del ejercicio, lo que afectaría a la imagen financiera de la compañía y dificultaría futuras emisiones.
A por la lusa TAP
Al margen de Air Europa, Smith reiteró el interés de Air France-KLM por la portuguesa TAP, cuya privatización ha sido relanzada por el Gobierno luso. El consejero delegado prefirió no hacer comentarios hasta conocer los términos concretos del proceso, aunque sí indicó que cualquier eventual adquisición deberá estar alineada con la mejora de los márgenes del grupo.
Junto a Air France-KLM, tanto IAG como Lufthansa han manifestado su disposición a presentar ofertas por TAP, en lo que se perfila como una de las grandes operaciones corporativas del sector aéreo europeo en los próximos meses.