
Ryanair lideró de forma contundente el tráfico aéreo en España durante los seis primeros meses del año, reforzando su posición en el mercado nacional en pleno pulso con el Aena y el Gobierno. La aerolínea irlandesa transportó 32,64 millones de pasajeros en el primer semestre de 2025, dos millones más que el pasado ejercicio a estas alturas del año, pese a recortar vuelos en sus aeropuertos regionales.
El pulso que mantiene la primera compañía aérea en el mercado español con el gestor aeroportuario y el ministro de Transportes, Óscar Puente, se elevó a un nuevo nivel la semana pasada al amenazar con nuevos recortes en más aeródromos pequeños el próximo invierno si no se rebajan las tasas aeroportuarias, de forma contraria a lo que pretende Aena, que aspira a subirlas un 6,5%.
La aerolínea irlandesa capitalizó buena parte del incremento del tráfico aéreo en España, que recibió un 4,5% más de pasajeros hasta junio y superó los 150 millones. Ryanair creció por encima de estas cifras, un 6,6%, aumentando la diferencia con la segunda del ranking, Vueling. Y lo hizo tras eliminar 800.000 plazas, cerrar una docena de rutas —incluidas todas sus operaciones en Valladolid y Jerez— y recortar capacidad en Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander.
El grupo ha descartado el despliegue de nuevos aviones en España en el corto plazo y acusa a las autoridades de bloquear el crecimiento de asientos en los aeropuertos regionales por las tasas vigentes. Según su CEO, Michael O'Leary, estos aeródromos están "vacíos al 70% porque son muy caros".
Vueling y easyJet, al alza
El repliegue de Ryanair ha sido aprovechado sus principales rivales del bajo coste, que han reforzado su presencia en España apoyados en el búm turístico. La aerolínea catalana Vueling, segunda en el ranking, creció un 1,9% hasta transportar 23 millones de pasajeros entre enero y junio, 427.000 más que un año antes. Lo hizo tras resolver sus problemas internos, procediendo a desplegar cinco aviones adicionales —tres en Barcelona, uno en Málaga y otro en Sevilla— y nuevas rutas.
Pero si hay una ganadora en estos seis primeros meses, esa es easyJet. La compañía británica protagonizó el mayor aumento de oferta en lo que llevamos de año al añadir hasta 20 nuevas rutas desde España, lo que le ha valido para transportar un 13% más de pasajeros, sumando 600.000 más y superando los 8,2 millones. Con estas cifras, se acerca sigilosamente hacia el cuarto lugar del listado, ahora ocupado por Air Europa, que registró un resultado similar al del año pasado, con algo más de 8,5 millones de pasajeros.
El turismo europeo impulsa a las 'low cost'
Otra low cost británica, Jet2.com, también ha resultado beneficiaria de las circunstancias coincidiendo con su despliegue por España, especialmente centrado en los destinos más turísticos. La compañía, especializada en paquetes vacacionales completos, ha sumado 216.000 nuevos viajeros y escalado un 4,9%, hasta los 4,6 millones, gracias al empuje de los mercados canario, balear y andaluz, este último en suplencia de su competidora irlandesa.
También Wizz Air, comienza a remontar vuelo tras años de crisis y protagoniza el mayor crecimiento interanual entre las grandes del sector. Creció un 22,8%, al sumar 766.000 nuevos viajeros y superar los 4,1 millones. Buena parte se debe al incremento de asientos ofertado tras incorporar 7 rutas a distintos puntos de Italia y el Este de Europa.
También los dos gigantes continentales, Lufthansa y Air France-KLM, han visto cómo su apuesta por el segmento de bajo coste en el mercado ibérico empieza a cobrar frutos. La germana Eurowings y la francesa Transavia mantienen sus posiciones en el ranking (11º y 12º) al ver incrementados sus pasajeros un 4,5% y 5,2%, respectivamente, que provocó su alza estacional de frecuencias y rutas. En total, movieron 3,6 y 2,25 millones de pasajeros, respectivamente, 150.000 y 111.000 más que el año previo.
Iberia e Iberia Express, estancadas
Por el contrario, la antigua aerolínea de bandera española, Iberia, retrocedió un 0,7% en el primer semestre, con 10,86 millones de usuarios. La compañía acusa el retroceso de la demanda en el mercado norteamericano, uno de sus principales ejes estratégicos, aunque ha podido compensarlo en términos financieros gracias a la alta ocupación de las rutas transatlánticas, el alza de precios en éstas y el empuje de la clase Business.
Su filial de bajo coste, Iberia Express, se dejó casi medio millón de pasajeros entre el año pasado y este, transportando un total de 6,11 millones (-7,3%). El deterioro de estas cifras se enmarca en el conflicto laboral que mantiene la dirección de la compañía con el sindicato mayoritario de pilotos, UPPA, que exige la equiparación salarial con los pilotos de Iberia.
El desacuerdo ha paralizado el crecimiento de la aerolínea, obligando a IAG —matriz de ambas compañías— a reasignar cuatro aviones nuevos a Iberia en lugar de destinarlos a su filial de bajo coste. El grupo estudia incluso la posibilidad de lanzar una nueva aerolínea con base en Madrid o recurrir más a su franquiciada Air Nostrum. "Las demandas de UPPA podrían comprometer el modelo de negocio de Iberia Express", reconoció el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, en la última presentación de resultados.
De hecho, la propia Air Nostrum empieza a notar los efectos de esta circunstancia. La compañía cliente de Iberia registró un crecimiento interanual del 6,1% durante el semestre al mover a casi 275.000 viajeros más, hasta alcanzar los 4,75 millones, un período en el que también ha potenciado su red propia, que también comercializa Iberia.
Por último, la aerolínea canaria Binter (en séptimo lugar en el ránking) presentó un sólido crecimiento —mejoró sus cifras un 8,6% al sumar 443.000 nuevos viajeros, hasta un total de 5,6 millones— tras consolidar su corredor con Madrid y desplegar nuevas rutas desde el archipiélago hacia ciudades grandes y medianas de la Península. La última de ellas, la que une Tenerife con Valladolid, arrancó a principios de julio.