Transportes y Turismo

Paradores consolida su red con una alta ocupación en zonas de interior

Raquel Sánchez, presidenta de Paradores.

Los establecimientos rurales y de interior fueron determinantes en el crecimiento de Paradores durante 2024. La hotelera pública cerró el ejercicio con 346 millones de euros en ingresos y un beneficio neto de unos 40 millones, apoyada en una ocupación media del 74%. Los paradores situados fuera de los grandes núcleos urbanos alcanzaron el 72% de ocupación, consolidando su papel como motor económico en territorios menos poblados.

En una intervención en el Foro Nueva Economía celebrada este jueves, la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, subrayó que el modelo de la compañía "funciona especialmente bien en el interior" y lo definió como una "fórmula de éxito" en términos turísticos y territoriales. La red opera actualmente 98 establecimientos, muchos de ellos en zonas rurales, donde actúa como elemento dinamizador del empleo, la actividad turística y la demanda de servicios locales.

Paradores ha logrado reducir la estacionalidad tradicional del sector, manteniendo niveles elevados de ocupación en los meses de temporada baja. Entre octubre y mayo, los paradores rurales mantuvieron una demanda estable, con alta ocupación y reservas constantes, lo que ha contribuido a la continuidad de empleo en áreas donde la actividad turística solía concentrarse solo en verano.

El modelo se apoya en tres ejes estratégicos: la modernización de las instalaciones, la digitalización de los procesos y la aplicación de criterios de sostenibilidad. Con estos objetivos, la empresa acometerá en los próximos años un plan de inversiones por valor de 250 millones de euros. Más de la mitad de la red será renovada en este periodo.

Una parte significativa de esa inversión irá destinada a actuaciones en entornos rurales. Entre las próximas aperturas figura la del Parador de Molina de Aragón, prevista para el 14 de mayo, tras una inversión de 22 millones de euros. Se estima que generará entre 35 y 40 empleos directos. También está prevista la reapertura del Parador de Sigüenza, tras una reforma integral con un presupuesto de 10 millones, y nuevas incorporaciones como la del Parador de Veruela (Zaragoza), prevista para 2026.

Raquel Sánchez defendió el papel de la red como herramienta pública para la cohesión territorial. Según explicó, el objetivo es consolidar un modelo de turismo regenerativo, con impacto económico y social duradero en los lugares donde opera. "Estamos en un momento excepcional", afirmó.

Además de su contribución económica, Paradores busca diversificar el perfil de clientes y consolidar su carácter inclusivo. "Hay un Parador a medida para cada persona", declaró Sánchez, que descartó que la red se dirija únicamente a un público sénior o elitista. La compañía quiere captar a nuevos segmentos, especialmente jóvenes, y ampliar su alcance sin alterar su identidad histórica.

La plantilla de Paradores supera los 4.500 trabajadores, con picos de hasta 5.000 en temporada alta. El empleo indefinido, las condiciones de conciliación y la estabilidad en zonas con escasa oferta laboral forman parte de la estrategia de impacto local. Buena parte de los nuevos puestos generados en aperturas como la de Molina de Aragón proceden de municipios próximos.

En el mismo foro, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, destacó que "Paradores es una joya admirada internacionalmente" y defendió su papel en la redistribución del turismo y en la proyección de España como destino competitivo y diverso. Hereu calificó a Sánchez como "una gran presidenta para un gran proyecto nacional".

La red encara 2025 con previsiones optimistas, manteniendo como prioridad el desarrollo de su red rural, tanto en términos de inversión como de actividad. La combinación de crecimiento económico, equilibrio territorial y modernización sitúa a Paradores como un actor singular dentro del turismo español.

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