Transportes y Turismo

Polonia prepara una opa para comprar Talgo con financiación de Société Générale

Firma el pasado septiembre del acuerdo de desarrollo conjunto de trenes para Polonia. A la izquierda, el presidente de Pesa, Krzysztof Zdziarski; junto a su homólogo de Talgo, Carlos de Palacio.

El Fondo de Desarrollo de Polonia (PDF), un organismo similar a la SEPI española controlado por el Ejecutivo del país báltico, prosigue en su intento por adquirir el fabricante de trenes español Talgo y crear un gigante ferroviario polaco junto a su constructor nacional Pesa. Para ello, ha contratado a Société Générale como asesor financiero de cara al lanzamiento de una posible oferta pública de adquisición (OPA) por un importe que debería rondar los 620 millones de euros para cumplir las exigencias del principal accionista de la compañía, el fondo británico Trilantic.

El banco francés también asumiría la financiación necesaria para ejecutar la operación y para refinanciar la deuda de Talgo, según ha adelantado El Confidencial, quien asegura que Société fue elegido en un proceso competitivo frente a otros bancos de inversión como Rothschild, Lazard o Evercore por su buena relación con el Ejecutivo polaco.

A cierre del primer semestre de 2024, el endeudamiento del fabricante ascendía a 357 millones de euros, y según las estimaciones de la compañía en octubre, podría incrementarse hasta superar los 380 millones, afectado por la dificultad de acceder a nuevos créditos dada la alta incertidumbre que ronda la compañía.

La oferta de Polonia, en cualquier caso, no debería estar por debajo de los 5 euros por acción reclamados por Trilantic y que puso sobre la mesa la húngara Magyar Vagon. Esto supondría llevar el coste de la adquisición a 619 millones de euros, a lo que habría que sumar la deuda, lo que elevaría la operación al entorno de los 1.000 millones de euros. La operación sería financiada íntegramente por Société Générale, que resultó elegida en un proceso competitivo frente a otras entidades como Rothschild, Lazard o Evercore, en buena medida gracias a su relación de largo plazo con las autoridades polacas.

El mercado ha acogido con gusto la noticia y la acción de Talgo crece por encima del 3%, hasta los 3,66 euros por título a cierre de este artículo, lejos aún de los cinco euros que debería ofrecer Polonia. En caso de llevarse a cabo la operación, el Gobierno deberá volver a dar su visto bueno, al superar el umbral de 500 millones de euros que fija la normativa de inversiones extranjeras y que ya permitió tumbar la opa de Magyar Vagon.

Polonia lleva meses detrás de Talgo, después de que en pleno verano, su viceministro de infraestructuras del país, Piotr Malepszak, aseguró en la red social X que Talgo estaba "en el radar" de su Gobierno. En septiembre, Pesa y Talgo firmaron un memorando de entendimiento para diseñar y fabricar conjuntamente unas nuevas unidades que pudieran postularse al megaconcurso de material rodante que lanzará el país para prestar servicio en su futura red de alta velocidad. Hacia fin de año también se conoció que el PDF ya había presentado una primera propuesta económica a Trilantic, que hasta el momento no ha presentado al Consejo de Administración de la compañía.

Tanto los actuales dueños de la compañía como el Gobierno habrían exigido a los interesados que se mantengan las fábricas, el empleo y la carga de trabajo en España, condiciones que el PDF habría aceptado para facilitar la aprobación de Moncloa. El Ejecutivo de Sánchez, en cambio, ha apostado en los últimos meses por que Talgo acabe en manos de la única empresa que hasta ahora se ha postulado oficialmente, la vasca Sidenor.

La oferta de su presidente, José Antonio Jainaga, en cambio, es sustancialmente inferior y se limitaba a un precio de cuatro euros por acción, hasta un máximo de 100 millones, lo que le permitiría hacerse con el 20% de la compañía. El resto, hasta sustituir a los actuales socios —Trilantic, con un 30%; la familia Abelló, con un 3% y los Oriol, con otro 7%— sería aportado por el Gobierno Vasco y la fundación alavesa Vital, con posiciones inferiores al 5%; y el Gobierno de España a través de la SEPI, que asumiría otro 10%. El Gobierno vasco afirmó hace unos días que la oferta de Sidenor estaba casi lista, sin que nadie haya revelado aún los porcentajes de participación en una opa que la CNMV podría catalogar de "concertada".

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