
El consorcio húngaro Ganz-MaVag, que intentó adquirir al fabricante de trenes español Talgo, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de violar las leyes europeas al ignorar la libre circulación de capitales y el libre mercado europeo tras bloquear su oferta de compra por 619 millones de euros.
Así se expresó Gyorgy Bacsa, presidente de la alianza formada por la empresa ferroviaria Magyar Vagon, en manos del empresario András Tombor, y el Estado de Hungría, que aseguró la financiación de la opa a través de su fondo de inversiones Corvinus. En la primera entrevista tras el anuncio del Gobierno, concedida al periódico estadounidense Financial Times, el máximo ejecutivo de la compañía asegura que Moncloa bloqueó la venta del actor industrial por razones políticas.
El Gobierno español, que bloqueó la inversión húngara alegando razones de "seguridad nacional y orden público", clasificó el expediente como "confidencial" para evitar dar razones y tras expresar sus dudas por los vínculos del gobierno de Viktor Orbán con Rusia. A ese respecto, Bacsa asegura que "el gobierno español dejó de lado la libre empresa en Europa, especialmente la libre circulación de capitales, por intereses políticos. No hay otra forma de decirlo", recoge el citado medio.
El consorcio magiar anunció su intención de agotar todas las vías legales posibles contra la decisión de Moncloa, comenzando por presentar un recurso contra la decisión en el Tribunal Supremo. El conflicto podría acabar en manos del máximo tribunal europeo, el TJUE, al afectar a cuestiones extranacionales. Moncloa considera que su decisión está amparada por la legislación temporal que le ampara para vetar entrada de capitales extranjeros, vigente desde la pandemia.

"Estamos luchando contra excusas o ataques que no podemos comprender", expresó el directivo húngaro en relación con los argumentos deslizados por el equipo de Pedro Sánchez respecto a la posibilidad de que la tecnología de ancho variable en manos de Talgo acabase en manos del gobierno de Vladimir Putin. Bacsa aseguró al FT que España "no comparte sus argumentos, y no creemos que tengan ningún argumento profesional o legal".
El ejecutivo reconoció que su consorcio está dispuesto a intentar un nuevo acuerdo con Talgo y con el Gobierno de España. "Presentamos un plan industrial profesional. Seguimos abiertos a ello. No libraremos batallas políticas", señaló en la entrevista. Además, aseguró que la adquisición habría facilitado la expansión de Talgo por nuevos mercados como Europa del Este o Asia Central. "Esto habría sido una cabeza de puente para ellos", apuntó.
En cuanto a la existencia de vínculos de los directivos húngaros con Rusia, Bacsa aseguró que "no encontrarán ningún vínculo ruso, ninguna influencia rusa allí. No podemos imaginar qué justifica el interés o la influencia rusos percibidos y el riesgo de seguridad resultante". También negó la presencia de accionistas rusos en la petrolera MOL, que controla el fondo Solva II bajo el que se articula la participación de Magyar Vagon. "No hay ninguna exposición que justificara ninguna sospecha".